Esto es más o menos lo que Renault ha presentado en el Salón del Automóvil de Nueva Delhi, el KWID, un SUV con pequeños robots voladores que pueden acompañarle en el camino como si fueran satélites. Al menos visualmente, el KWID es un coche con un carisma especial. Los voladizos cortos, las grandes ruedas y los guardabarros pronunciados logran una apariencia marcial en consonancia con la tecnología que lleva incorporada. En el exterior, el gris consigue un contraste muy pronunciado con el color amarillo brillante situado en el paragolpes, en las llantas y también en las puertas laterales, que se abren de manera bien visible al estilo Lamborghini.
Pequeño coche por cinco pasajeros
El interior de un coche de sólo 3,60 metros no es demasiado prometedor, pero al menos en la teoría asegura capacidad para dos filas y cinco ocupantes en configuración opuesta a la habitual, es decir, 3 pasajeros delante y 2 detrás. En el apartado de asientos hay que destacar las fundas que Renault ha utilizado para ellos y que recuerdan a la estructura del tejido de un nido de pájaros.
También inusual es el volante, abierto en la parte superior y montado en el centro, lo que permitirá ofrecer el KWID con la misma estructura en diferentes mercados. A través del volante se puede observar un cuadro de instrumentos comprimido, flanqueado a la izquierda por una pantalla y a la derecha por una pequeña unidad de mando del aire acondicionado. Los ocupantes traseros pueden ajustar el climatizador de forma independiente.
Con robot de vuelo integrado
Pero entremos en lo realmente novedoso del estudio Renault KWID: el techo con robots aéreos. Estos “mini-drones” pueden ser utilizados como una especie de satélites en el vehículo y hacer, por ejemplo, fotografías de paisajes desde el aire. También pueden prevenir colisiones indicando la proximidad de otros vehículos o la distancia contra algún obstáculo. Estos robots están controlados de forma automática y están previamente programados utilizando el sistema GPS del coche. Por otra parte, se puede ejercer un control manual como si se tratara de un avión teledirigido a través de la tableta integrada a bordo.
La parte menos llamativa vendrá del lado del motor, donde no hay sorpresa alguna. En este caso, se trata del último gasolina turbo de 1.2 litros con 115 caballos de fuerza y que viene acoplado a una caja de doble embrague. El KWID es un coche de gasolina pero también ha sido concebido para poder ser construido como un coche eléctrico.
La pregunta sobre cuándo podría venir un modelo de serie como el KWID es sin embargo bastante incierta y no es la única. Los responsables de Renault también deberán aclarar si próximamente se podría ofrecer un modelo de mini-SUV en Europa.