Para tomar contacto con el Range Rover Evoque, hemos recorrido un centenar de kilómetros entre Estrasburgo (Francia) y la Selva Negra (Alemania), sobre todo tipo de superficies, incluidas las calles de la sede del Parlamento Europeo, carreteras de doble sentido, de montaña, autopistas, caminos de tierra e incluso una pendiente de 47º correspondiente a una pista de saltos de esquí que puso a prueba tanto el control de descenso de pendientes como nuestra fe en los ingenieros responsables del invento. La nueva caja de cambios permite contar con un desarrollo final, en novena velocidad, de 70 km/h cada 1.000 rpm, que ayuda a lograr un consumo medio homologado de 5,8 litros cada 100 kilómetros, que son 0,7 litros menos que en la versión precedente.
Aparte de la nueva caja de cambios, el Evoque también incorpora cambios en la gestión del acoplamiento de la tracción trasera, en el uso del control de tracción como emulador de autoblocante y, lo más importante, un diferencial trasero activo opcional, del que nos beneficiaremos si elegimos la opción Active Driveline.
Además, hay disponibles siete nuevos sistemas de asistencia a la conducción, incluidas las ayudas para maniobrar y salir de una plaza de aparcamiento, control de crucero inteligente, alerta de cambio involuntario de carril, detección de señales de tráfico y medidor de profundidad de vadeo.
Los precios de la gama Evoque arrancan en 34.840 euros (36.890 euros en el caso de los 4x4) y se cierran en 56.010 euros.