Es más que una apuesta, una jugada estratégica. Junto con los lanzamientos locales de los crossovers 3008 y 2008, Peugeot reintroduce en China el 408, un modelo desarrollado en exclusiva para ese mercado y en el que se ha trabajado a conciencia para captar a una clientela que busca un coche capaz y elegante. Se trata de una nueva generación de esta pequeña berlina que ya estaba a la venta desde hacía tiempo en el país asiático y con la que se persigue el objetivo de atraer a los concesionarios a un “amante de la tecnología, en plena ascensión social y profesional y, en un 70% de los casos, que accede por primera vez a un automóvil propio”, como aparece en el comunicado oficial difundido por la marca.
Desarrollado a partir de la plataforma modular EMP2 sobre la que se construyen los últimos Peugeot y Citroën (como toda la familia 308 o el monovolumen C4 Picasso), el 408 tiene una distancia entre ejes de 2,73 metros, es decir, dos centímetros superior por lo que el espacio existente para los pasajeros se incrementa sensiblemente. Se ha trabajado a conciencia el aspecto de la calidad, un aspecto que cada vez más valoran los chinos, con unos acabados más lujosos y con plásticos blandos en la parte superior del salpicadero.
Más por menos
Entre otros equipamientos disponibles, el 408 tendrá faros íntegros de led, sistema de aparcamiento asistido Park Assist, detectores de ángulo muerto y el propulsor gasolina 1.6 THP con turbo, inyección directa y Start&Stop (entre otras mecánicas ofertadas). El sistema de arranque y parada automática se denomina E Power y está enfocado a reducir la contaminación en las ciudades, un problema cada vez más común en las congestionadas y sucias ciudades chinas.
Su estética es tradicionalmente Peugeot (es fácil identificarlo tanto si lo miras por delante como si lo haces por detrás) y es posible que veas alguna reminiscencia del prototipo Exalt, del que ya te hemos contado todos sus avances hace unos días, puesto que el fabricante asegura que el 408 hereda algunos rasgos (como en el frontal) del citado concept que tan buena acogida ha tenido a nivel mundial.
A España es probable que no llegue para evitar restar ventas al Citroën C-Elysée, un sedán que por concepto de coche (que no de tecnología) es calcado al 408. El C-Elysée cuesta 14.100 euros para el pequeño motor gasolina 1.2 VTi de 72 caballos (800 euros más por la caja de cambios automática), 15.950 para el también gasolina de 115 caballos y 16.750 euros por el turbodiésel HDi de 92 caballos. Únicamente tiene dos acabados (Exclusive y Seduction) en los que no encontramos, ni con sobrecoste, navegador o faros de xenón.