Como es de costumbre en esta familia de modelos con altas prestaciones, el protagonista absoluto será su motor V6 2.8 con 325 cv capaz de ofrecer una fuerza de arrastre de 400 Nm. Hasta ahora el Insignia más potente, con tracción total y mismo motor, da 260 cv. Con estas nuevas cualidades, el Insignia OPC podrá alcanzar una velocidad máxima de 250 km/h (evidentemente autolimitada) y acelerar en 6,0 segundos. El secreto para aumentar la potencia en 65 cv ha sido, según la marca, un tratamiento muy especial del motor y un nuevo diseño para el sistema de escape, que reduce su retención. En este sentido, Opel también ha trabajado la parte acústica incorporando silenciadores específicos (tanto centrales como posteriores) para ofrecer la mayor calidad a nivel sonoro.
Además de su motor, lo que distingue al Insignia OPC del resto de las versiones es que su chasis ha sido rebajado 10 mm, la suspensión del eje delantero ha sido mejorada, los discos de freno delanteros son de 355 mm con pinzas Brembo y que hay un sistema FlexRide adaptativo con los modos Normal, Sport y OPC. Otra de las novedades más gratificantes será la incorporación del sistema de tracción total y diferencial autoblocante de serie en un modelo OPC, ajustado en esta versión para arrancar todos los matices deportivos a este motor.
Tanto en el exterior como en el interior hay detalles específicos como las entradas de aire en el frontal, un paragolpes trasero con los escapes integrados o llantas de 19 pulgadas de serie (20” como opción). De puertas hacia dentro, el nuevo Insignia OPC recibirá como ya es tradición los asientos Recaro y otros detalles específicos.
Las primeras unidades del Insignia OPC llegarán en octubre a los concesionarios. De momento no hay noticias acerca de su precio.