El Opel Insignia GSi ultima su llegada al mercado. Más allá del regreso de esas tres míticas siglas a una berlina de Rüsselsheim o del imponente motor encargado de impulsarle, como es el 2.0 Turbo con 260 CV y 400 Nm de par, en lo que toca centrarse hoy es en los asientos. Y es que tanto copiloto como, sobre todo, conductor, deberán ir lo más cómodos posible, sin perder ese halo de deportividad.
Por eso, Opel ofrecerá unas butacas deportivas semibaquet Opel performance con reposacabezas integrado y certificación AGR, lo que implica contar con una excepcional sujeción lateral y la mayor comodidad en viajes de larga distancia. Todo ello sin dejar de lado el confort, pues contarán con ventilación, calefacción, regulación del apoyo lateral, ajuste eléctrico (con memoria) e incluso una función de mensaje.
Normalmente, los fabricantes de automóviles encargan y compran este tipo de asientos deportivos integrales a un proveedor especializado. Sin embargo, en el caso del Insignia GSi, el Centro de Desarrollo Técnico de Opel ha decidido tomar las riendas y elaborar, desde cero, sus butacas no solo para mantener todas las características de confort demandadas por el modelo, sino para incrustar detalles propios y exclusivos que solo los propios desarrolladores alemanes podían pensar, como las guías insinuadas para los cinturones en el respaldo a la altura de los hombros que tienen un aspecto exactamente igual que las entradas de aire del frontal. Por último,los clientes pueden elegir el acabado entre dos combinaciones de cuero premium, al mismo tiempo que el discreto logotipo de GSi adorna el respaldo.