Se montará en los próximos deportivos de Mercedes, como el AMG GT, un SLS a una escala inferior. Lo desmontamos por completo. “Algo está pasando en Mercedes” y no hay duda de ello con cada nuevo lanzamiento del fabricante alemán. Fue el Clase A reconvertido de monovolumen a un compacto deportivo, el SLS AMG ‘Alas de gaviota’ actualizado al siglo XXI, el Clase S con su suspensión predictiva Magic Body Control… Pero no sólo de coches y tecnología hablamos, sino también de motores, como el V8 biturbo que nos ocupa en esta ocasión. Se trata de un motor gasolina inédito hasta el momento y en el que, según hemos sabido, Mercedes ha trabajado varios años y para el cual ha invertido unos cientos de millones de euros. Sí, has leído bien.
Creado en las instalaciones de Affalterbach según el lema “un hombre, un motor” (es una característica legendaria ya de AMG ya que cada bloque es ensamblado por un único operario, que firma la tapa como si se tratara de un artista), tiene dos turbos que van montados entre la bancadas de cilindros (por lo que se los conoce como turbos calientes), por lo que se aprovecha el espacio disponible y se reduce el recorrido de los circuitos, lo que afecta al peso final, de 209 kilogramos.
Con ocho cilindros dispuestos en dos bancadas de cuatro colocados a 90º, posee 3.982 centímetros cúbicos, con un ratio de compresión de 10.5:1. La potencia obtenida es de 510 caballos a un régimen de 6.250 vueltas, mientras que el par disponible es de 650 Newton/metro, que se alcanza entre 1.750 y 4.750 revoluciones. Si bien no se ha facilitado prestaciones o consumos, desde Mercedes aseguran que cumplirá la normativa Euro 6 de emisiones, por lo que estaríamos hablando de un gasto de carburante medio próximo a los ocho litros a los 100. El Start&Stop que lleva de serie ayudará a conseguir este sorprendente registro.
Complejidad técnica
La inyección es directa (con presiones que oscilan desde los 100 bares hasta los 200), la lubricación mediante cárter seco, la cabeza de los cilindros son de circonio, contará con una válvula en el escape que modificará su sonido, el cambio será automático… son una pequeña parte de las características que ya conocemos de esta joya mecánica que será montada en el nuevo AMG GT, que debemos conocer en el próximo Salón de Ginebra y que se situará por encima del SL y por debajo del SLS AMG (este último desaparece).
Además de realizar test en bancos de prueba estáticos, diversos prototipos de este V8 se han montado en coches para realizar kilómetros por diversas zonas geográficas del planeta, de la fría Suecia al caluroso Valle de la Muerte (EE UU), pasando por el máximo rendimiento en circuitos de alta velocidad como Nürburgring (Alemania) o Nardo (Italia).