EL nuevo Yeti tiene una estética bastante inusual y muchas de las claves para ser funcional y práctico, a la vez que compacto. Con una longitud de casi cuatro metros y mucha reminiscencia del concepto del que nació el Roomster, los diseñadores del nuevo Yeti han gozado de una libertad total en lo que se refiere a la idea artística. Y se nota, porque no hay ningún modelo fuera de la marca con el que poder comparar en todos los sentidos.
La prioridad del Yeti es un uso mayoritario por ciudad. Los asientos elevados, la buena visibilidad y sus dimensiones compactas dan buena cuenta de ello. Se ha diseñado un sistema gracias al cual es posible alargar el compartimento para equipajes, extendiendo la bandeja inferior hacia fuera. El portón trasero está dividido en dos partes y la matrícula se desplazará solidaria junto a la bandeja, en la que podremos guardar objetos como una bicicleta.
El techo será de color blanco, diferenciándose de la carrocería al más puro estilo MINI. Los raíles son de especial importancia y forman parte de la propia estructura. Además, cuenta con un mecanismo innovador de limpiaparabrisas que, con dos líneas paralelas, actúa barriendo de izquierda a derecha toda la superficie del cristal.
Interior de lo más funcional. Adiós a la brújula.
El habitáculo del Yeti ha sido diseñado basándose en el espíritu excursionista propio de los SUV. Hay redes fijas por todo el espacio para fijar objetos y acabados en plástico que sustituyen a las moquetas y alfombrillas para evitar deslizamientos innecesarios.
El sistema de navegación estará situado en la consola central y se podrá extraer para llevarlo como GPS portátil. El propósito no es otro, aunque parezca mentira, que el de invitar a los usuarios a dejar el coche y explorar por uno mismo el terreno.
El quinto modelo para nuevos horizontes
El nuevo Yeti nació a partir del prototipo MPV Roomster. Cuando se mostró en el Salón de Frankfurt de 2006 la respuesta del público fue tan positiva que Skoda apostó por trabajar en ésta línea: la de un concepto diferente.
Su producción arrancará en el año 2009 y tendrá lugar en la factoría de Kvasiny, al Este de Praga. El Yeti completa una gama formada actualmente por los modelos Fabia, Octavia, SuperB y Roomster.
La filial checa del consorcio de Wolfsburg pretende elevar su producción hasta alcanzar un millón de unidades en el horizonte de 2010, frente a los 600.000 vehículos previstos para el presente ejercicio.