A pesar de la desconfianza de los más puristas, que ya cuentan hasta seis las alternativas diferentes dentro de la gama, el MINI Roadster se presenta como una variante más deportiva del Cabrio, que seguirá comercializándose como hasta ahora… En realidad, hablar de Coupé o Roadster es hablar del mismo coche. En este sentido, no existen variaciones entre las dimensiones de estos nuevos biplazas encargados de abrir un nuevo sub-segmento dentro de la casa BMW. El último en llegar, que ahora luce los tres volúmenes de la carrocería de forma mucho más perceptible, tan sólo ha sustituido el techo rígido por una capota de lona con accionamiento manual sin necesidad de alterar sus cotas de altura (3,73 metros), anchura (1,68) o altura (1,39).
A principios de 2012
Mini iniciará las ventas de su primer descapotable biplaza a principios del próximo año, pidiendo por él entre 1.000 y 2.000 euros más de lo que exige por el MINI Coupé (desde 21.600 euros). En este rango de precios, sería ligeramente más barato que la versión Cabrio.
Entre estos tres modelos hay notables diferencias y, por tanto, es cuestión del cliente valorar qué compensa más, si la cantidad de maletero disponible, el número de plazas en el habitáculo o una carrocería descapotable frente a una coupé. Por ejemplo en cuestión de carga el nuevo Roadster se coloca (con 240 litros) como la opción intermedia entre el Coupé (280 litros) y el Cabrio (170). Comparando ambos descapotables, el nuevo Roadster es 20 milímetros más bajo que el Cabrio, con lo que desciende el centro de gravedad e invita a una conducción algo más deportiva – por el mismo precio - a costa de perder las dos plazas traseras.
A nivel técnico, el hecho de que el Roadster no cuente con un techo rígido ha requerido algunos elementos de refuerzo estructural, aunque eso no le impedirá disfrutar del alerón trasero como en el modelo Coupé. Éste elemento aerodinámico seguirá ejerciendo cargas de hasta 40 kilos sobre el eje trasero y se desplegará de forma automática una vez superados los 80 km/h.
Misma gama de motores
Los de Munich no han preparado ninguna sorpresa en el apartado de motorizaciones y, por tanto, seguiremos recurriendo a las mismas versiones disponibles para el Coupé: Cooper (122 cv), Cooper S (184 cv) y John Cooper Works (211 cv) en el apartado de gasolina, mientras el Cooper SD (143 cv) será la única alternativa diésel.
La versión de acceso a la gama será por tanto el MINI Roadster Cooper, cuyo bloque 1.6 declara un consumo de 5,7 litros cada cien kilómetros y una aceleración de 9,2 segundos. En este caso, la penalización aerodinámica se traduce en un aumento de 0,3 litros de combustible y de dos décimas de retardo en el cero a cien. Por su parte, el Roadster más ahorrador de la gama será el Cooper SD, cuyo bloque de dos litros ofrece un generoso par motor de 305 Nm a partir de las 1.750 vueltas y un consumo de tan sólo 4,5 litros (0,2 más que en el Coupé).
Accionamiento incluso en movimiento
A diferencia del MINI Cabrio, el accionamiento de la capota del Roadster es totalmente manual. El conductor o el acompañante deberán desbloquear una palanca en su unión con el parabrisas y retirar la lona hasta la parte posterior de los asientos. Para desplegarla, por el contrario, hay que accionar un botón para liberar el anclaje. Gracias a un sencillo mecanismo hidráulico, la parte delantera de la capota se acerca hasta los ocupantes para que no sea necesario girarse o retorcerse para alcanzarla. Gracias a que el proceso es manual, y no automático, la maniobra puede realizarse por el acompañante sin necesidad de detener completamente el vehículo.
En lo que respecta a la dotación de equipamiento, todas las versiones dispondrán de serie de control de estabilidad y tracción, control de distancia de aparcamiento, climatizador automático y radio CD con MP3 y conexiones de audio auxiliares. En la lista de elementos opcionales figuran los faros de xenón, sistema de sonido de alta calidad Harman Kardon y el sistema de navegación MINI Connected con acceso a Internet.
