Se trata del Mini más potente jamás fabricado por la compañía británica y acelera de 0 a 100 kilómetros/hora en 6,3 segundos, lo que supone 0,2 segundos menos que su antecesor y tiene una capacidad de recuperación un 10% superior de 80 a 120 por hora (5,6 segundos). Pero la preparación no sólo es de motor ya que todo el chasis sufre una puesta a punto específica: frenos, dirección, suspensión… Tras el Cooper S de 192 caballos, a Mini le faltaba completar la gama de su utilitario con una variante top de altas prestaciones y por fin se ha hecho con la llegada del John Cooper Works, una máquina de la alta velocidad. La fórmula ya la conocíamos anteriormente (un automóvil de menos de cuatro menos con una importante transformación mecánica) así que, ¿por cambiar algo que ha funcionado con el salto de generación? Este Mini se radicaliza aún más con un kit estético compuesto de faldón delantero específico con grandes entradas de aireación para la refrigeración así como los laterales y el trasero, alerón posterior, faros con iluminación de led con intermitentes en color blanco, pasos de rueda con una terminación especial, escape deportivos con colines inéditos (a pesar de que por diseño se asemejan a los del Cooper S), llantas de 17 pulgadas Race Spoke y un nuevo color para la carrocería (Rebel Green), disponible únicamente para el John Cooper Works.
De puertas para dentro, los asientos se asemejan a unos bacquets de carreras por su forma y la tapicería Dinamarca empleada y encontramos detalles propios en el cuadro de mandos, los pedales, la llave del vehículo y el revestimiento del techo en color antracita.
Una ‘locura’
Tras seducirnos con un atractivo envoltorio, ahora toca hacerlo en el apartado técnico: en Mini han cogido un motor gasolina turbo de dos litros para conseguir 231 caballos, lo que supone 39 más que lo que arroja hasta el momento el Cooper S (ambos comparten bloque). Con un par de 320 Newton/metro entre 1.250 y 4.800 vueltas, acelera de 0 a 100 en 6,3 segundos con la caja manual de seis marchas (6,1 con la automática Steptronic) y alcanza una velocidad máxima de 246 kilómetros/hora (idéntica con ambas transmisiones). Con estos valores, pocos utilitarios se acercan a este ‘extremismo’, salvo el Abarth Biposto.
Lo que de verdad nos alucina es que un coche con semejante características consuma sólo 6,7 litros a los 100 con la caja manual y 5,7 litros de media con la automática. Y créenos: tras nuestra experiencia con el Cooper S, podemos decirte que Mini no miente en este sentido… siempre que activemos el programa Green del Mini Driving Modes y circulemos de forma tranquila.
Completan la transformación una dirección revisada, una amortiguación endurecida, el sistema de escape retocado para ‘petardear’ y una dotación de frenos firmada por el especialista Brembo.
Este John Cooper Works está disponible tanto con carrocería de tres puertas como la recién lanzada de cuatro, que mejora la funcionalidad y el acceso de los ocupantes de las plazas traseras. ¿El precio? Aún no es oficial aunque calculamos que rondará los 45.000 euros.