Por eso, cuando anunció la llegada del nuevo GLE, el sustituto del ML, también adelantó que dicho modelo contaría con una versión deportiva, cuya puesta a punto correría a cargo de la división AMG Sport, pero que sería algo más racional que los brutales AMG. Combinar toda la esencia de las variantes AMG sin tener que recurrir a toda su radicalidad mecánica. Así es como ha nacido la variante de GLE 450 AMG 4Matic, un vehículo que, a diferencia de las líneas de diseño AMG, que también están disponibles para el SUV alemán, sí cuenta con ciertos retoques que afectan a su motor 3.0 V6 Biturbo pero que, aun así, son más ‘racionales’ que los del AMG 63. Una mecánica que es la misma que impulsa al GLE 400 pero en el que los ingenieros de Affalterbach han conseguido exprimir aún más su rendimiento para que pase de los 333 CV que inicialmente entrega, a los 367 CV de este GLE 450 AMG. Una ganancia que también afecta al par máximo que pasa de 480 a 520 Nm, estando disponible entre las 2.000 y las 4.200 rpm.
Mercedes acopla este GLE 450 AMG a la nueva transmisión automática mediante convertidor de par 9G-Tronic de nueve relaciones encargada de repartir toda esa fuerza entre las cuatro ruedas gracias al sistema de tracción 4Matic. Un sistema que, en esta versión, también ha sufrido ciertos ajustes para enviar más potencia al eje trasero que el resto de GLE. En concreto, la marca, habla de una distribución en condiciones normales de un 40% en el tren delantero y un 60% en el trasero.
Alma de deportivo
Ahora bien, pese a que estamos ante un todocamino que supera con creces los 2.000 kilos de peso, gracias a esos retoques mecánicos, sus conductores podrán sentir casi lo mismo que si estuvieran sentados a los mandos de un deportivo. Para comenzar, este GLE 450 AMG 4Matic anuncia unas prestaciones de escándalo como es el tener una aceleración de 0 a 100 km/h de 5,7 segundos y lograr una velocidad punta de 250 km/h.
Prestaciones que vienen acompañadas de una dinámica de conducción excepcional en la que gran parte de culpa ha y que echársela a la puesta a punto llevada a cabo por AMG Sport. Dicha división ha trabajado concienzudamente para mejorar el tacto de la dirección y de la suspensión para imprimirle un carácter más deportivo. Además, también se ha incluido el selector de modos de conducción para que el conductor tenga la posibilidad de elegir el que mejor le convenga. De esta forma, tanto en las opciones Sport como Sport Plus, el coche ofrecerá una respuesta más radical, rebajando incluso la altura de la carrocería en 15 milímetros para contar con una mejor respuesta. A estas dos se les unirán las otras tres opciones denominadas Comfort, Slippery (específica para situaciones off-road de baja adherencia) e Individual.
Y todo ello sin olvidar la eficiencia, ya que este GLE 450 AMG registra un consumo de carburante más que aceptable, de sólo 8,6 l/100 km que implica contar con unas emisiones de CO2 de 199 g/km.
