Ocho años después, la segunda generación sorprendió por el innovador AirScarf, un sistema de aire caliente que se emitía desde el reposacabezas directamente al cuello de sus ocupantes. Ahora, en la tercera generación, los ingenieros han tenido que dar un paso más allá y ofrecer un revolucionario techo que puede oscurecerse o dejar pasar la luz a gusto de sus dueños. Pero claro, muchos clientes pensarán que el precio a pagar por este capricho será demasiado elevado. La buena noticia es que Mercedes-Benz lo ofrecerá como la más elevada de tres opciones. Las otras dos serán el clásico techo pintado en el mismo color de la carrocería – ésta es de serie - y el techo panorámico con un tintado oscuro permanente.
Los que se decanten por el Magic Sky sólo tendrán que pulsar un botón situado en el salpicadero para pasar del nivel más claro (con el que se gana luminosidad en el habitáculo) al más oscuro (cuya utilidad es proteger del calor a sus ocupantes y evitar que el cuero de los asientos alcance temperaturas muy elevadas).
Cambios
El nuevo SLK sigue caracterizándose por fortuna por su largo capó, una zaga muy corta y por la posición de conducción baja y retrasada para conseguir un reparto de peso óptimo. Los cambios practicados en la carrocería (que ha rebajado su coeficiente aerodinámico de 0,32 a 0,30 cx) se han realizado para acercar el SLK a los nuevos modelos SLS AMG (más…) y CLS (más…). Así, encontramos una parrilla frontal mucho más ancha y agresiva, adornada con una gruesa lámina cromada, y unos faros de mayor tamaño. En el lateral también encontraremos unas nuevas entradas de aire justo antes de los pasos de rueda aportando agresividad, mientras en la zaga se han incluido unos nuevos pilotos que integran por fin la tecnología LED.
Extensa configuración
Refiriéndonos a la conducción, en la nueva generación se podrán elegir además dos opciones para el chasis: un tren de rodaje deportivo, con muelles y amortiguadores más rígidos, y un paquete dinámico en el que la amortiguación se endurece de forma progresiva y de forma automática. En esta opción se incluye un sistema electrónico de reparto de par entre ruedas del mismo eje, denominada Torque Vectoring.
Sin embargo, donde más se extiende la lista de extras es en el equipamiento de seguridad. La nueva generación ya incorporará el Attention Assist para la detección del cansancio, cinco modos de iluminación y el reconocimiento de señales de tráfico que se estrenó en la Clase E y que ya ha pasado por todos los nuevos modelos de la marca.
Parada y arranque automático de serie
En el facelift de 2008 ya se corrigieron los datos de consumo y emisiones de la gama de motores, algo que se repite en esta generación incluyendo en todos ellos el sistema de parada y arranque automático del motor y que deja modelos absolutamente ahorradores.
En este aspecto destacan por encima de todos el SLK 200 BlueEfficiency y el SLK 250 BlueEfficiency, ambos de cuatro cilindros con 184 y 204 cv respectivamente, con los que se puede conseguir un consumo mixto de 6,1 y 6,2 litros cada cien kilómetros.
Pasando a la oferta de seis cilindros, el primer escalón se ofrece con el SLK 350 BlueEfficiency, un motor totalmente nuevo con 306 cv y un consumo homologado de 7,1 litros a los cien. Sus principales mejoras se han realizado sobre la inyección, incluyendo inyectores piezoeléctricos y el encendido por chispa múltiple.
Las primeras unidades del SLK 2011 estarán disponibles en primavera y desde finales de enero será ya posible realizar pedidos.