Pero además, ello se completa con una ligera renovación estética y con la inclusión de nuevos sistemas de seguridad activa. Ahora bien a lo que no renuncia (y no tiene por qué) es a su techo rígido retráctil, una de sus señas de identidad. Si eres de los que piensa que el Mercedes SLK ha pasado a mejor vida, no puedes estar más equivocado. Sí, es cierto que ya no se ven muchos por nuestras carreteras, pero para paliar dicha situación, la marca alemana ha decidido aplicar una profunda puesta al día a todos sus motores para así hacer de este descapotable una opción mucho más atractiva.
Así, ha realizado serios esfuerzos para adaptarlos a la nueva normativa de emisiones Euro6 y que se compondrá de cuatro versiones de gasolina y una diesel. Las primeras están encabezadas por el SLK 200 con 184 CV de potencia y un consumo medio de 6,5 l/100 km al que le siguen el SLK 300, el cual se encarga de sustituir al SLK 250, aumentando así ahora su potencia hasta los 245 CV con un consumo de sólo 6 l/100 km. El SLK 350, con sus 306 CV, 370 Nm de par y 7,2 l/100 km, se convierte en el último de los motores para mortales ya que por encima de él, y como tope de gama, se halla el siempre excitante SLK 55 AMG.
La variante de la división más deportiva de la marca sigue apostando por el propulsor 5.5 V8 que entrega nada menos que 421 CV y que, acoplado a la transmisión automática AMG Speedshift 7G-Tronic, le permiten acelerar de 0 a 100 km/h en solo 4,6 segundos y llegar a una velocidad máxima limitada a 250 km/h. Todo ello con un consumo de 8,4 l/100 km que se traduce en unas emisiones de CO2 de 195 g/km de CO2.
Claro está que después de nombrar al 55 AMG, todo lo que venga parece carecer de sentido, pero lo cierto es que el biplaza alemán se ofrece también con una mecánica diesel más que atractiva como es la 250d (antes conocida como CDI) cuyo bloque de 2.2 litros entrega 204 CV, tiene un par de 500 Nm y que combinada con la caja de cambios caja de cambios 9G-Tronic firma un consumo medio de tan sólo 4,4 l/100 km, emitiendo únicamente 114 gr/km de CO2. Datos que no evitan que sea poseedor de unas prestaciones más que deportivas, con 245 km/h de velocidad punta y un paso de 0 a 100 km/h en sólo 6,6 segundos.
Pequeños cambios estéticos
Pero el nuevo SKL no es sólo mecánica, sino que Mercedes también ha querido renovar ligeramente tanto su aspecto como su dotación de seguridad, convirtiéndole así en un vehículo más actual. Así, los cambios estéticos más destacados son la inclusión de serie de las luces diurnas LED en todas las versiones y la colocación de una nueva antena exterior; mientras que en lo que a seguridad se refiere todos los SLK montan de serie el avisador de cambio involuntario de carril, el detector de fatiga, el sistema pre-colisión, o el sistema de frenada de emergencia en ciudad… que podrán completarse con los sensores de ángulo muerto o el control de velocidad adaptativo, ambos opcionales.
Con todo ello, el reestilizado biplaza está ya disponible en toda la red de concesionarios con un precio de partida de 44,650 euros del SLK 200, llegando hasta los 86.775 euros del 55 AMG. La variante diesel, por su parte, costará 48.600 euros.