Se trata de la décima generación del modelo alemán, un vehículo totalmente nuevo que intentará marcar un antes y un después gracias a las múltiples novedades que trae. Aquí te las explicamos todas. El nuevo Clase E de Mercedes ya está listo. En menos de un mes, la décima generación de la berlina alemana aterrizará en los mercados con el objetivo de convertirse en la referencia de su segmento. Un objetivo que no será nada fácil ya que no solo tendrá que intentar desbancar al Audi A6, cuya última generación lleva ya unos cuantos meses afianzada, sino que además tendrá que lidiar con viejos conocidos como el Jaguar XF o el BMW Serie 5, cuya renovación está también al caer, así como con nuevos contendientes como el Volvo S90.
Hijo del viento
Pese a todo, Mercedes tiene previsto revolucionar el segmento en lo que concierne a diseño. Esta décima generación se beneficia de la nueva plataforma modular MRA, que ya emplean tanto el Clase C como el Clase S, cuya principal característica es la ligereza aunque también destaca por su seguridad y rigidez. Gracias a ella, el nuevo Clase E es mucho más grande que su predecesor pues ha logrado aumentar su longitud en nada menos que 43 milímetros, llegando así hasta los 4,92 metros. Un aumento de tamaño del que se beneficia el interior, al ser mucho más habitable que antes. Gran parte de culpa la tiene el contar con una batalla de 2,93 metros, es decir, 65 milímetros más que el anterior Clase E.
Pese a que el aspecto de esta nueva generación no parezca ser rompedora en lo que a diseño se refiere, lo cierto es que la nueva forma de sus nuevas líneas esconde uno de los aspectos más destacados del nuevo Clase E: la aerodinámica. En efecto, esta nueva generación ofrece el mejor coeficiente aerodinámico, Cx, de su categoría, de sólo 0,23.
Su imagen se completa con el que será uno de sus sellos de bienvenida: sus grupos ópticos. En su parte frontal estarán los denominados Multibeam Led en donde cada faro constará de 84 diodos luminosos controlados de forma individual para generar un haz de luz variable dependiendo de la vía, el trazado o el tráfico. Mientras que los traseros, de forma opcional, estarán basados en una inédita tecnología reflectora que lucen, según la marca, como polvo de estrellas.
Equipamiento de vanguardia
Como decimos, a nivel externo, no estamos ante un coche rompedor, de hecho mantiene la línea continuista tanto del Clase C como del Clase S pudiendo incluso ser calificado con un Clase S en miniatura. Apodo que cobra un mayor significado cuando uno ve las imágenes de su habitáculo. En él, Mercedes no ha escatimado ni en lujos ni, aquí sí, en diseño. Más allá de la calidad y comodidad que se le presuponen, en donde destaca un sistema de calefacción para el reposabrazos de cada puertas y el central, la berlina de Stuttgart destaca sobre todo por ofrecer un espectacular puesto de conducción.
En este sentido el conductor contará con varias opciones dependiendo de su nivel de exigencia. Las versiones más básicas contarán de un cuadro de relojes convencional y de una pantalla central de 8,4 pulgadas, mientras que los modelos más equipados incorporarán dos enormes pantallas de 12,3 pulgadas, una para el cuadro de instrumentos y otra para la central, que se integrarán bajo una única superficie. Para tener una información más completa y clara, el conductor podrá dividir las pantallas en varias áreas, al tiempo que el cuadro de instrumentos tendrá tres posibilidades de visualización: Classic, Sport y Progressive.
Mercedes ha querido sacar provecho de la tecnología táctil integrando, por primera vez en un vehículo, comandos táctiles en el volante. Básicamente cuentan con las mismas funciones que los botones de antaño pero gracias a su libertad de movimientos, el conductor accederá a los menús de forma más rápida e intuitiva. El derroche de lujo continúa con la incorporación de múltiples elementos como las inserciones en madera o aluminio, el cuero de los asientos, salpicadero o puertas, así como los espectaculares sistemas de sonido, uno de ellos, el de la marca Burmester, equipado con 23 altavoces (uno de ellos en el techo).
Poco a poco
En el apartado mecánico, la berlina germana iniciará su nueva andadura con tres mecánicas, todos completamente nuevos, a los que se unirán progresivamente nuevos propulsores. Desde su lanzamiento estará disponible con un motor de gasolina de cuatro cilindros, turboalimentado, de 2.0 litros que rinde 184 CV y que da nombre a la versión E 200; así como con dos opciones diésel. El primero de ellos se conocerá comercialmente como E 220 d y también parte de un bloque de 2.0 litros con una potencia de 195 CV. Destaca sobre todo por sus datos de consumo y emisiones, sobre todo en comparación al 2.2 al que sustituye, pues anuncia 3,9 l /100 km y 102 g/km de CO2, respectivamente.
Por encima de él se situará, de momento, el E 350 d, que equipa un motor 3.0 V6 con una potencia de 258 CV y con un gasto de sólo 5,1 l/100 km. En todos ellos, la caja de cambios asociada es una automática con convertidor de par y nueve relaciones 9G-Tronic. Como hemos comentado anteriormente, en los próximos meses la gama se irá ampliando con la llegada de nuevas versiones, entre las que habrá otros dos motores de gasolina, el E 250 con 245 CV y el E 400 4Matic de 333 CV, y otra opción diésel, el E 200 d de 150 CV. Además, apuntándose a la moda eléctrica, el Clase E contará con una variante híbrida enchufable que será conocida como E 350 e y que combinará un motor de gasolina con otro eléctrico para dar una potencia conjunta de 280 CV y ofrecer un consumo medio de sólo 2,1 l/100 km. Valor que logra ya que los 30 primeros kilómetros los podrá recorrer únicamente con la energía suministrada por la batería.
Gana en confort y seguridad
Si a nivel mecánico son, y serán, muchas las novedades que trae, en lo referente a su dinámica, la berlina no se queda corta. Una de las premisas de los ingenieros ha sido aumentar considerablemente un confort de marcha que, para muchos, era una referencia en el segmento. Para ello, el siguiente paso que han dado ha sido ofrecer opcionalmente una versión mejorada de la suspensión neumática Air Body Control, esta vez, con amortiguador de doble cámara en el eje delantero y triple en el trasero, así como amortiguares de control electrónico y ajuste variable. De serie se ofrecerá otro sistema de amortiguación con muelles metálicos y, por encima, se situará la denominada Direct Control, también con muelles metálicos pero con posibilidad de ser ajustada en tres posiciones: Comfort, Comfort Avantgarde y Sport.
Aunque por lo que realmente destacará esta décima generación del Clase E será por la amplia oferta de sistemas de asistencia que equipa. Entre ellos están el Active Break Assist que puede incorporar una función de tráfico cruzado, el sistema de cambio de carril con ayuda activa, el Pre-Safe Plus, la alerta de cansancio Attention Assist o el más importante de todos, el Drive Pilot, un sistema que permitirá mantener la distancia correcta con el coche que nos precede de forma automática siendo capaz de intervenir activamente, hasta 130 km/, teniendo en cuenta los vehículos que le rodean o las líneas de las carreteras.
Con todo ello, el décimo Clase E que sale a la venta ya tiene precios oficiales que arrancarán en los 52.000 euros de la versión E 200, seguirán en los 51.100 euros de la E 220 d y aumentarán hasta los 61.800 euros de la E 350 d.