No contentos con este despliegue, el todocamino de aires coupés GLE también copa la actualidad gracias a la versión AMG con tracción integral que aterriza en los concesionarios en primavera. Lo curioso es que este AMG se desdobla en dos: uno más light con ‘sólo’ 557 caballos y otro más radical con 585 caballos. Un corazón de ocho cilindros en V y 5.5 litros de cubicaje es la joya que se esconde bajo el capó del Mercedes-AMG GLE 63 Coupé 4MATIC, la nueva criatura de Affalterbach que, como es de esperar, tiene unas prestaciones de auténtico deportivo como veremos a continuación. Y eso que no hay un único GLE 63 Coupé, sino que hay dos: el más asequible y del acceso, con 557 caballos y, el más racing, con 585 caballos. Esta pequeña diferencia de potencia está justificada porque el más 'gordo' es aún más exclusivo y caro (remates específicos) porque si de prestaciones se trata, andan muy parejos: el de 557 caballos registra un par de 700 Newton/metro entre 1.750 y 5.500 vueltas, mientras que el de 585 caballos hace lo propio con 760 Newton/metro entre 1.750 y 5.250 revoluciones; eso por no hablar del 0 a 100 (4,3 segundos para el primero y 4,2 segundos para el segundo), la velocidad máxima (ambos la tienen limitada electrónicamente a 250 kilómetros/hora) o el consumo de carburante (homologan 11,9 litros a los 100 y 279 gramos/C02).
Asimismo, los dos emplean sendas cajas de cambio automáticas de doble embrague AMG Speedshift Plus 7G-Tronic, manejables secuencialmente a través de unas levas colocadas tras el aro del volante, así como la tracción integral 4MATIC, con un reparto de la fuerza del motor del 40% a las ruedas anteriores y del 60% restante a las posteriores. El conjunto se remata con una suspensión neumática con controladores electrónicos (que se endurecen en el modo Sport del sistema que los gestiona), combinados con barras estabilizadoras de resistencia a la torsión variable, un prodigio de la técnica.
Además, el conductor dispone de otros programas que afectan a la respuesta del motor, el tacto de la dirección y la suspensión (además del Sport citado antes), como son el Comfort o el Sport Plus, el más radical de todos los que hay y en los que los controles electrónicos son más permisivos con las pérdidas de motricidad.
Los frenos también merecen también ser tratados, ya que para detenerse semejante 'mole' se necesita estar bien dotado: equipa cuatro discos ventilados y perforadoras, de 390 milímetros para los de delante y 345 milímetros para los de detrás. Éstos se ven a la perfección a través de las llantas de 21 pulgadas de 10 radios y neumáticos 285/45 delante y 325/40 del modelo de 557 caballos o de las correspondientes de 22 pulgadas con ruedas 285/40 delante y 325/35 detrás en el de 587 caballos.
A por BMW
Lo cierto que ni el GLE Coupé estándar ni esta versión preparada son nuevas en el segmento, ya que BMW con sus X6 y X6 M respectivamente se adelantó a toda la competencia satisfaciendo las 'necesidades' de una clientela que buscaba la imagen de un todoterreno aderezada con una zaga muy deportiva y una puesta a punto más para carretera. El precio no se ha hecho oficial pero dada la 'obsesión' con el X6 M (que, por cierto, ya te contamos que se actualizó estéticamente) hace previsible que la horquilla de precios se mueva entre 120.000 y 135.000 euros.
