Con el motor V8 de cuatro litros de cilindrada, la berlina media de la casa de la estrella alcanza 476 caballos en su versión ‘normal’ y 510 caballos en la S siendo ambos ‘corazones’ los mismos que el del biplaza AMG GT, que hace poco te presentamos. Ya se aceptan pedidos aunque las primeras unidades se entregarán a principios de 2015. AMG es comparable a M Motorsport de BMW o a S de Audi y cualquier cosa que hagan desde este departamento hará las delicias de los aficionados, por un lado, y de adinerados conductores por otro. Y es que los modelos C63 AMG berlina y C63 AMG Estate (familiar) llegan para cubrir el hueco dejado por el anterior C63, tras la presentación del modelo ‘normal’. Además de la preparación propia de este tipo de vehículo (y que ahora desgranaremos), lo mejor se encuentra bajo el capó motor ya que se utiliza un inédito bloque V8 biturbo de cuatro litros con dos versiones de potencia, una estándar de 476 caballos y otra de 510 caballos (conocida como S). Quizá esta configuración te suene de otro Mercedes-AMG y así es ya que es el deportivo biplaza GT el que los ha estrenado. En los dos casos se recurre a una transmisión automática de doble embrague y siete velocidades AMG Speedshift MCT.
En 4 segundos
El ‘pequeño’ acelera de 0 a 100 kilómetros/hora en 4,1 segundos mientras que el S necesita 4,0 segundos exactos, una diferencia de tiempo insignificante para haber una diferencia de par de 50 Newton/metro (650 en el base y 700 en el más potente, obtenidos entre 1.750 y 4.500 vueltas). La velocidad máxima es idéntica (250 kilómetros/hora, limitada), la cifra de emisiones de C02 igual (192 gramos por kilómetro recorrido) y el peso es inferior a las dos toneladas. Estas cifras son levemente peores en la carrocería Estate.
Los neumáticos empleados son de medida 245/40 R18 y 265/40 R18 delante y detrás mientras que en el S se ha optado por unos 245/35 R19 y 265/35 R19 respectivamente. Los frenos anteriores ‘calzan’ unos discos de 390 milímetros con unos traseros de 360 milímetros, si bien en opción hay unos cerámicos. Si continuamos desgranando las características técnicas de los C63, la suspensión también tiene su protagonismo ya que se ha combinado una dirección electromecánica con una suspensión de cuatro brazos combinable con el sistema AMG Ride Control de amortiguación variable entre varios parámetros preestablecidos.
Bonita cara
Pero más allá de todas estas cualidades que hacen único al Mercedes-AMG C63 y Estate (ya sea el normal o el S), la estética se ha cuidado como cualquier otra versión racing de la firma alemana. Las citadas llantas multirradio, los paragolpes (el anterior con una parrilla más agresiva y tomas de refrigeración específicas para el V8 y el trasero con un difusor integrado) y la cuádruple salida de escape rematan un conjunto que harán las delicias de las familias más ‘vivas’.