El McLaren P1 GTR ha sido desvelado en el Salón de Ginebra y ha despertado mucho interés precisamente porque no es un coche legalmente apto para circular por las calles y también porque cuesta la friolera de 2.5 millones de euros. Coches como este demuestran que siempre existe margen de mejora en un automóvil. Mayor o menor, pero siempre existe. El nuevo GTR es una vuelta de tuerca más – que parecía imposible- sobre un deportivo de calle como es el McLaren P1, un coche que ya de por sí tiene más de 900 cv y cuesta un millón de euros. Como no podía ser de otra forma, procede de la fábrica de sueños llamada Woking.
Como decimos, con respecto a la versión de calle -el McLaren P1-, en el GTR se han mantenido algunas cosas curiosas, como por ejemplo el espesor del parabrisas, que es de 3,2 mm. Las ventanillas laterales son en esta versión GTR de policarbonato especial y son casi del mismo grosor que un billete. Al mismo tiempo, los paneles de vidrio del techo y de la cubierta del vano motor han sido reemplazados por otros hechos de fibra de carbono más ligeros. Estas medidas han supuesto un ahorro de peso de 50 kilos que luego se traducirán en un incremento más que notable de las prestaciones. De momento no lo sabemos, pero lo que es seguro es que mejorará los 2,8 segundos que tarda el P1 en ponerse a 100 km/h.
Pero lo que más llama la atención no es su capacidad, sino su aspecto. En la parte posterior, esta versión de circuito dispone de un descomunal alerón trasero, una carrocería literalmente pegada al suelo y grandes tomas de aire en la parte delantera. Las salidas de escape dobles están construidas en aleación de titanio y ahorran otros 6,5 kilos al conjunto. Hay que tener en cuenta que la versión de calle ya es tremendamente ligera, con un peso de 1.5 toneladas.
Casi un diez por ciento de mejora
Por otro lado, el tren de rodaje ha sido readaptado lógicamente para un uso en circuito. Se ha ensanchado el ancho de vías, las suspensiones son de competición y las llantas también son nuevas y más ligeras. Sobre todo se ha intentado que los componentes resistan largos periodos de tiempo a alta velocidad dada su naturaleza tan radical.
El P1 toma las siglas GTR gracias a que la combinación del motor 3.8 V8 con el otro eléctrico ha dado una nueva potencia cercana a los 1.000 cv. En el modelo del que deriva, la suma de uno y otro era de 928 cv, y por lo tanto, el margen de mejora ha sido cercano al diez por ciento. El precio de este súper deportivo podría rondar los 2.5 millones de euros, un precio tan desorbitado como sus prestaciones.