Pero no te lleves al engaño, porque su precio no es sinónimo de aburrimiento, todo lo contrario, ya que, según la marca, no sólo mantiene toda la esencia de generaciones anteriores, sino que la mejora. Además, el biplaza japonés contará con lo último en tecnología así como una gama de motores de lo más eficientes. Los descapotables suelen estar ligados a la típica crisis de los 40 en la que el conductor, tras años de ‘aburrida’ conducción de monovolúmenes o berlinas, busca dar un poco más de chispa a su vida adquiriendo uno de estos vehículos. Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones se encuentra con unos precios que se escapan ligeramente de sus aspiraciones, por lo que tiene que dejar aparcada, quizá hasta los 50, dicha crisis.
Sin embargo, si lo hace es porque no ha oído hablar nunca del Mazda MX-5… y eso que lleva 25 años entre nosotros. Pero con esta cuarta generación todo parece haber cambiado. Así es, el biplaza japonés se renueva por completo (algo que era necesario pues el anterior llevaba casi sin cambios desde 2009) para seguir ofreciendo la misma diversión con un precio muy, pero que muy, ajustado. Y es que en nuestro país ya está disponible desde 25.000 euros.
Pero no sólo destaca por su precio, que le convierte en el vehículo de su categoría más accesible ya que rivales como el Mercedes SLK, el BMW Z4 o el Audi TT son, de partida, mucho más caros. Pero además, el MX-5 mantiene ese halo de modelo único cuando conocemos sus prestaciones. A diferencia del resto de marcas, que siempre buscan ampliar las dimensiones de sus nuevos productos, el cuarto MX-5 de la historia se convierte en el más corto de siempre ya que su carrocería sólo mide 3,91 metros (11 cm menos que el anterior). Además, el descapotable biplaza vuelve a sus orígenes al incluir una capota de lona con accionamiento manual que le otorga más personalidad (aunque no es descartable que en un futuro próximo se ofrezca una versión con techo rígido y automático).
Un techo de lona que, además, no influye negativamente en la capacidad del maletero, la cual, aunque se ha visto reducida con respecto su antecesor, pierde 20 litros para llegar a los 130 l, parece ser que es más práctica ya que, según la marca, ahora puede albergar dos maletas de mano. Eso sí, para lograrlo se ha prescindido de la rueda de repuesto y se le ha equipado con un kit antipinchazos.
El interior también se ha actualizado y aunque mantiene ese aire de coche pequeño, lo cierto es que puede albergar un sinfín de novedades. En el salpicadero destaca la pantalla extraíble de 7 pulgadas en la que el conductor podrá manejar casi todas las funciones de entretenimiento, sino que también podrá visualizar los contenidos de su Smartphone gracias al sistema MZD Connect.
Con dos motores
Fiel a su historia, Mazda vuelve a elegir la gasolina como el combustible que impulse a su MX-5. En este caso, ha optado por la tecnología Skyactiv-G, que huye de sobrealimentación y apuesta por una elevada relación de compresión, casi idéntica a la de los motores diésel.
Así, el acceso de gama será el 1.5 Skyactiv-G de 131 CV con el que podremos alcanzar una velocidad máxima de 204 km/h, pasar de 0 a 100 km/h en 8,3 segundos y consumir únicamente 6 l/100 km. Pero para los más rebeldes, también habrá disponible un 2.0 Skyactiv-G con 160 CV, 214 km/h de velocidad punta, 7,3 segundos para llegar a los 100 km/h desde parado y 6,9 l/100 km. Curiosamente, este último es el único que puede equipar la tecnología i-Stop, de arranque y parada del motor y del sistema i-Eloop, que acumula la energía en las frenadas para luego empelarle en los diferentes elementos eléctricos y así quitarle trabajo al alternador. En ambos casos se podrá asociar a un cambio manual de seis relaciones que transmite toda la fuerza al eje posterior.
Además, para mejorar su dinámica, los ingenieros de Mazda han conseguido rebajar el peso del conjunto para conseguir romper la barrera de los 1.000 kg… y situarse por debajo. Así, con el motor 1.5 el Mazda MX-5 homologa un peso de 975 kg que, además, son sólo 5 kg más que el primer MX-5 de 1989. Para conseguirlo se ha incrementado el uso de aceros de alta resistencia, el de aluminio y se han aligerado las suspensiones, pese a haber aumentado su rigidez. En el caso del 2.0 el peso aumenta hasta los 1.050 kilos, que siguen siendo excelentes en comparación con sus rivales. Por último, también han conseguido rebajar el centro de gravedad al tiempo que han logrado un reparto de pesos perfecto, de 50/50.
El nuevo MX-5 estará disponible con tres niveles de acabado, Style, Style+ y Luxury con precios que parten de los ya comentados 25.000 euros en el caso del 1.5 con el acabado Style y de los 27.800 euros del 2.0 con el Style+.