La histórica berlina italiana ha recibido la pertinente actualización de mitad de vida comercial que, según Maserati, además de enfatizar su estilo logran mejorar su aerodinámica. Los elementos que cambian son la calandra, con una forma más angulosa y unas lamas verticales cromadas, los faros delanteros, con tecnología LED matricial para todas sus funciones, los paragolpes, que incluyen nuevas tomas de aire delante, y envuelven las cuatro salidas de escape traseras, eliminando así todo rastro de difusor.
Del interior, Maserati no ha facilitado ni imágenes ni datos, aunque entendemos que recibirá nuevos tapizados, un mayor número de molduras y que la conectividad se pondrá al día, tal y como hizo el Quattroporte. Precisamente, al igual que la berlina deportiva, el Ghibli adopta dos líneas de acabado bien diferenciadas: GranLusso, más elegante, y GranSport, más picante.
En ambos casos, la mecánica será la misma, es decir, el bloque V6 TwinTurbo de gasolina de origen Ferrari, con 3.0 litros de cilindrada, que gana 20 CV para llegar hasta los 430 CV que cifra. El par máximo también aumenta hasta los 580 Nm, lo que implica 30 Nm más que antes. En combinación con la caja automática de ocho relaciones, el Ghibli es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 4,7 segundos, logrando una punta de 286 km/h. Al igual que antes, dicha transmisión podrá enviar toda la fuerza al eje trasero o repartirla entre las cuatro ruedas gracias al sistema de tracción integral Q4.
Por último, el apartado dinámico mejora con el montaje de una nueva dirección de asistencia eléctrica (antes era hidráulica) y con un control de estabilidad mejorado. Del mismo modo, la dotación de seguridad activa se ha incrementado, con nuevos asistentes y ayudas a la conducción, como el control de velocidad adaptativo o el lector de señales de tráfico.