El departamento de preparaciones de Jaguar-Land Rover, el Special Vehicle Operations (SVO en sus siglas), ha vuelto a hacer de las suyas con uno de los últimos integrantes de la familia Land Rover, la cuarta generación del Discovery.
Añadiendo el apellido SVX, este Discovery ha sido especialmente preparado para circular por fuera del asfalto, para lo cual, equipa soluciones y tecnologías como el control antivuelco activo hidráulico H-ARC, que mantiene el equilibrio en cualquier situación, o un Terrain Response 2, el control de estabilidad y tracción, recalibrado. Además, se ha modificado el control de descenso de pendientes, la dirección y el All-Terrain Progress Control (un sistema que gestiona automáticamente la aceleración y la frenada dejando al conductor que se ocupe únicamente del guiado del coche). Por último, cuenta con una palanca de cambio de pistola, algo inédito en el modelo, ofreciendo así un control óptimo de la selección de marchas durante las maniobras off-road.
Según la marca, estas modificaciones han mejorado todos sus ángulos, gracias en parte a la mayor altura libre de su chasis (monocasco de aluminio ligero), como a la nueva calibración de la suspensión neumática, con amortiguadores de largo recorrido y pivotes revisados. Elementos a los que se unen unos neumáticos específicos, en este caso unos Goodyear Wrangler en medida 275/55 R20, con 815 mm de diámetro, montados sobre llantas de aleación de aluminio forjado.
Fuerza bruta
Mecánicamente, tampoco se queda atrás, ya que el Discovery SVX ha elegido el exquisito motor de gasolina 5.0 V8 turboalimentado que ya mueve a algunos de sus hermanos, aunque adaptando la potencia a los 525 CV que genera el protagonista de estas líneas. Del mismo modo, ofrece un par máximo de 625 Nm, el cual se gestiona a través de una transmisión automática con convertidor de par, de ocho relaciones.
Si por dentro es una fiera, por fuera no iba a ser menos. Pues los chicos del departamento SVO también ha aportado su peculiar visión estética para modificar ciertos aspectos del vehículo y otorgarle una apariencia más robusta. En este sentido, incluye paragolpes delanteros y traseros con placas protectoras, ganchos de remolque en color naranja (Rush Orange), con una capacidad de recuperación de más de seis toneladas, barras de techo plateadas con luces incrustadas, una pintura satinada en gris mate con acabado antirreflejos en el capó o un sistema de cabrestantes eléctricos en el parachoques posterior.