Sigue leyendo. No suele ser habitual que las variantes descapotables sean igual de rápidas que las ‘cerradas’. El mayor peso que suelen acarrear a causa de los techos (ya sean manuales o automáticos) se acaba reflejando en las prestaciones. Sin embargo, Lamborghini ha conseguido casi un hito, que el Aventador S Roadster sea casi igual de rápido que su homónimo Coupé.
En concreto, estamos hablando de una décima de separación en favor del segundo, pues el protagonista de estas líneas solo necesita 3,0 segundos para pasar de 0 a 100 km/h. Una cifra estratosférica. Más aún si tenemos en cuenta que el Aventador S Roadster es 50 kilos más pesado, cifrando un total de 1.625 kilos.
Desmóntalo tú
Un exceso que se ha paliado ‘tirando’ de soluciones prácticas. La primera ha sido la del techo. En lugar de recurrir a complicados mecanismos, la firma de Sant’Agata Bolognese ha recurrido por incluir un techo de fibra de carbono que se monta y se desmonta a mano. Únicamente pesa 6 kilos y se puede guardar en un compartimento habilitado en la zona delantera. Puede solicitarse en carbono visto, ya sea mate o brillo, aunque también está disponible en otros colores gracias al departamento de personalización Ad Personam. Además, aunque lo llevemos puesto, si queremos deleitarnos con el sonido embriagador del motor, la luneta trasera se podrá ocultar gracias a un botón situado en la consola.
Toro desbocado
Propulsor que ha sufrido una importante mejora. Se trata del mismo bloque del Aventador S Coupé, es decir, el gasolina V12 atmosférico de 6.5 litros que, en esta ocasión aumenta su potencia hasta los 740 CV cuando la aguja gira a 8.500 rpm. El par, por su parte, se mantiene en los 690 Nm. Un potencial que se sigue gestionando a través de la caja de cambios manual robotizada ISR, con siete relaciones, que se encarga de repartirlo entre las cuatro ruedas gracias al sistema de tracción total.
Traza curvas
El chasis y la dinámica de conducción también se han revisado. El Aventador S equipa una nueva geometría de suspensión, mientras que de serie aparece el mismo sistema de ruedas directrices que monta el Coupé y el equipo de frenos carbocerámicos. Por su parte, se han recalibrado los modos de conducción Strada, Sport y Corsa, añadiendo un cuarto denominado EGO, el cual es básicamente un modo personalizable a gusto del conductor. El control de estabilidad ha actualizado su software para ser más reactivo.
Por último, estéticamente también hay novedades. Además de equipar un nuevo juego de llantas, de 20 pulgadas en el eje delantero y 21 en el trasero, la tapa del motor monta nuevas láminas en carbono para mejorar la refrigeración; mientras que a paleta de colores de la carrocería ha aumentado gracias al comentado programa de personalización (donde destaca el azul Blue Aegir de las fotos). En el habitáculo, el cambio más significativo es la actualización del sistema multimedia, siendo compatible con Apple CarPlay y con Android Auto, al que se suman los nuevos gráficos del cuadro de instrumentos.
Las primeras unidades llegarán al mercado en febrero de 2018 por un precio que podría rondar los 315.000 €.