Una obra de arte que vuelve a rodar para deleite no solo de todos los aficionados a la marca del toro, sino de la historia del automovilismo. Lamborghini sigue de celebración en lo que hubiera sido el primer siglo de vida de su fundador, Ferruccio Lamborghini. Pues bien, tras poner en liza tanto el Lamborghini Centenario como su variante descapotable, ahora la marca ha vuelto a sus orígenes. En concreto, a 1964, año en el que salió el primer modelo de la factoría de Sant’Agata: el 350 GT. Un vehículo que, para la mayoría de mortales, es un completo desconocido, más aún si tenemos en cuenta que se escapa de la actual visión que tenemos de la marca transalpina, repleta de superdeportivos de esos que quitan el hipo como el propio Centenario.
Y decimos que se escapa, porque este 350 GT es todo un Gran Turismo –por si no te habías dado cuenta de las siglas que acompañan al nombre-, el cual, fue ideado para rivalizar directamente con los Ferrari 250 GT y, posteriormente, con el 275. Pues bien, medio siglo después, la división especializada de Polo Storico ha decidido restaurar íntegramente esta joya, que permanecía abandonada en las propias instalaciones de Polo Storico.
Bajo el número de serie #0121 el departamento italiano ha invertido nada menos que 1.150 horas de trabajo sobre la carrocería y el interior, más 780 horas en su parte mecánica y el sistema eléctrico, utilizando exclusivamente piezas de repuesto originales. Todo con el objetivo que este 350 GT número 15 volviera a su estado original, tal y como puedes comprobar en la fotogalería que acompaña a estas líneas.
De primera mano
Lamborghini ha recurrido a los mejores restauradores para dejar todo como el primer día. Sus paneles de chasis y carrocería fueron devueltos a su geometría original, al tiempo que en el habitáculo se han empleado las mejores pieles para tapizar tanto asientos como salpicadero. Material que se combina a la perfección con la madera, presente en los paneles frontales y, cómo no, en el volante. Como decimos, una de sus características ha sido el uso de piezas originales tales como los pedales de acelerador, freno y embrague o la radio, que funciona como cuando salió de fábrica en 1964.
Para la pintura se ha utilizado la misma fórmula nitroacrílica que el original, es decir, que su chasis está recubierto por 22 capas de pintura, con lijado húmedo a mano entre cada una. Las llantas también han sido restauradas y autentificadas por el proveedor Ruote Borrani de Milan y se montan sobre neumáticos Pirelli Cinturato 205/15, igual que hace medio siglo.
Bajo el capó, sigue rugiendo el descomunal motor de gasolina V12 de 3.5 litros, el cual se ha sometido a una profunda restauración, desde la refrigeración hasta el sistema de inyección de combustible. De esta forma, pese al paso de los años y al deterioro sufrido por el abandono, el 350 GT sigue produciendo 270 CV que se une a una caja de cambios manual de cinco velocidades firmada por ZF y a un diferencial trasero Salisbury.
Como el modelo que se presentó en 1964 en el Salón de Ginebra, este 350 GT cuenta con una suspensión independiente a las 4 ruedas, frenos Girling -dentro de un cuerpo de aluminio-, lubricación por cárter seco -como en los modelos de carreras-... Elementos que le confieren un comportamiento envidiable, tal y como pudo comprobar uno de los pilotos de la marca tras recorrer más de 80 kilómetros en el Autódromo de Modena una vez acabó su restauración. En definitiva, una joya que vuelve a la vida 50 años después y lo hace mucho más en forma. ¡Gracias Lamborghini!
