La moda de los SUV no entiende de segmentos ni de vehículos ya editados. Me explico, sus brazos son tan largos que incluso son capaces de cambiar el estilo y la estética de un coche ya comercializado. En este caso, la ‘víctima’ ha sido el KIA Picanto. El urbano coreano llega a Fráncfort, salón que acontecerá entre el 12 y el 24 de septiembre, con el traje de campo puesto, tal y como demuestra la versión X-Line que protagoniza estas líneas y que llegará a España a finales de año.
Su principal reclamo será su estética, la cual se transforma ligeramente para adoptar unas líneas algo más camperas. En este sentido, aparecen las típicas protecciones en plástico negro a largo del perímetro inferior para evitar los rasguños. Igualmente, su altura libre se separa 1,5 centímetros del suelo, llegando así a los 15,6 centímetros. Ahora bien, no esperes rastro alguno de tracción integral, por lo que las escapadas al campo será igual de complicadas que antes.
Estrena motor
Lo que sí aparece es el nuevo motor de gasolina 1.0 T-GDI, dotado de inyección directa y turbo, que entrega 100 CV. Un propulsor que se esperaba como agua de mayo –tal y como ya dijimos en la presentación del modelo- y que acompaña de un par máximo de 172 Nm, disponibles entre las 1.500 y las 4.000 vueltas. Combinado con la caja automática, logra una aceleración de 0 a 100 km/h de 10,1 segundos, consiguiendo un consumo medio de 4,5 l/100 km.
Más equipado
Otro de los aspectos que aumenta, además de la altura libre y la potencia, es el equipamiento. De serie el Picanto X-Line incluirá llantas de aleación de 16 pulgadas, pedales de aluminio, luces diurnas de LED, faros antiniebla y antena de aleta de tiburón y la pantalla táctil central de 7 pulgadas con navegador, conectividad para móviles (con Apple CarPlay y Android Auto) y cámara de marcha atrás.