Dejando intacto el bloque mecánico, que sorprendentemente es el gasolina V6 de 3.6 litros y 284 CV, la novedad reside en los nuevos elementos visuales tanto externos como internos que se han incluido. Está ya a la venta desde 48.000 euros. El todoterreno americano por excelencia, el Jeep Wrangler, sigue dando mucha guerra. De momento, hasta la llegada de una nueva generación la estrategia de la marca estadounidense parece ser la de ‘cuantas más versiones, mejor’. De hecho, con la que protagoniza estas líneas ya son casi una decena las ediciones especiales que han sacado al mercado.
La última adquiere el nombre de Blackcountry y, como en el resto, su principal característica se centra en ofrecer un diseño diferenciador. En este sentido, este Wrangler monta una llantas de 17 pulgadas pintadas de color negro, vinilos especiales, protecciones inferiores denominadas Rock Rails y el techo modular Freedom Top pintado en el mismo color de la carrocería, el cual puede ser blanco o negro. Por último, los cristales traseros están tintados para que los ocupantes traseros gocen de una mayor privacidad.
Por su parte, en el habitáculo este Wrangler Blackcountry llega equipado con unos exclusivos asientos calefacados firmados por McKinley y tapizados en piel negro con costuras en gris y un salpicadero con molduras en negro brillante. Del mismo modo, se añade al equipamiento de serie el sistema multimedia del Uconnect con pantalla táctil y navegador integrado.
Para darle un toque más distintivo, Jeep ha optado por ofrecer esta edición con el motor de gasolina V6 de 3.6 litros que entrega 284 CV. Sólo se podrá acoplar a la transmisión automática de cinco velocidades que, eso sí, suma el sistema de tracción 4x4 Command-Tac, con reductora y añade, de forma exclusiva, el diferencial autoblocante Trac-Lok.
El Jeep Wrangler Blackcountry ya está disponible en la red comercial de la marca pudiendo elegirse tanto en su carrocería de tres puertas, desde 48.000 euros, como en la Unlimited de cinco, desde 51.000 euros.