La nueva generación, la quinta, del Cherokee llega con un diseño llamativo y completamente distinto al de su predecesor en el que destaca la parrilla de la marca que esta vez es algo más pequeña y redondeada. Ha restilizado toda su figura huyendo de las líneas cuadradas de su anterior generación y acercándose más a la tendencia actual del mercado, es decir, una figura compacta y deportiva, aunque si miramos la ficha técnica vemos que alcanza los 4,62 metros de largo. Dimensiones que le sitúan entre medias del Compass y del Grand Cherokee, lo que le convertirá en el rival perfecto para los Audi Q5, Mercedes GLK o BMW X3.
El interior también cambia por completo abandonando el aspecto espartano, funcional y de poca calidad del anterior por uno más cuidado, llamativo y que emplea más materiales blandos. Lo preside una pantalla central táctil que puede ser de 5 ó de 8,4 pulgadas –dependiendo del acabado- a la que acompaña otra TFT a de 3,5 o 7" situada en el cuadro de instrumentos que puede ser totalmente configurable por el conductor. Los asientos ofrecen regulación eléctrica y pueden estar revestidos en cuero, mientras que el volante pasa a ser multifunción y a tener un tacto mejorado gracias a su mullido.
En lo que a tecnología se refiere, el nuevo Cherokee también presenta importantes novedades gracias a la inclusión de elementos y sistemas como el sistema de aparcamiento automático, velocidad de crucero adaptativa, sistema de colisión preventiva, alerta por cambio de carril, detección de ángulo muerto?
Gusto por el campo
De inicio, el Cherokee cuenta únicamente con dos propulsores, uno diesel y otro de gasolina. El primero, a priori el que más se venderá, se trata de un 2.0 Multijet de origen Fiat que desarrolla una potencia de 140 CV asociado a una caja de cambios manual de seis velocidades que transmitirá la fuerza tanto a las ruedas delanteras -4x2- como a las cuatro -4x4-. El propulsor de gasolina será un V6 de 3.2 litros que entrega 271 CV. Aquí las opciones de tracción y transmisión están limitadas a elegir obligatoriamente el 4x4 y, sobre todo, la nueva caja de cambios automática de nueve velocidades. Esta última llegará en pocos meses a la mecánica diesel, pero como opción.
El sistema de tracción 4x4 que incorpora de serie se denomina Jeep Active Drive y permitirá pasar, automáticamente y a cualquier velocidad, de dos a cuatro ruedas motrices. Pero además, como opción se halla el Jeep Active Drive Lock que añade la reductora –con una relación de 2,92:1-, el control de descensos y el bloqueo del diferencial trasero.
El Jeep Active Drive Lock únicamente está disponible con el acabado Trailhawk que es más específico para una conducción off road ya que añade una decoración y unos parachoques específicos así como unos ángulos de ataque y salida más grandes o una mayor altura libre al suelo, pasando de 17 a 22,4 cm. Además incluye de serie el sistema Select-Terrain con el que se modifica el funcionamiento del control de tracción a través de cinco modos: Auto, Snow –nieve-, Sport, Sand/Mud -arena/barro- y Rock –roca, en el que se activa automáticamente el bloqueo del diferencial trasero-.
Además del Trailhawk, el Cherokee podrá elegirse con otros dos niveles de acabado Longitude y Limited contando desde el más básico con airbags de rodillas y cabeza, reposacabezas activos, climatizador, luz diurna tipo LED, llantas de aleación de 17 pulgadas, barras cromadas en el techo€ Los precios de salida en España son los siguientes:
