Por fuera, los cambios son muy ligeros: tan ligeros que se limitan a la incorporación de unas nuevas llantas de aleación de aluminio forjado de 18 pulgadas por las que optar.
La verdadera novedad es la llegada de una versión de batalla extendida -el XJ LWB-: en ella se ha mejorado la suspensión trasera para garantizar la comodidad, y se han instalado dos asientos posteriores independientes, que ofrecen la posibilidad de ser reclinados. Todos los asientos cuentan con función de masaje -cinco intensidades en los delanteros y tres programas en los traseros-. Los controles de las plazas posteriores se ocultan bajo el nuevo apoyabrazos central; uno de esos controles permite que los pasajeros traseros manejen el asiento delantero del acompañante, de forma que sea el que va detrás quien controle el espacio del que disfruta.
Los pasajeros de las plazas traseras cuentan también ahora con dos pantallas de 10,2 pulgadas -con sintonizador de televisión digital, reproductor de DVD, etc-, climatización individual, persianas eléctricas, mesas de trabajo... El apoyabrazos se puede levantar y disponer así de una plaza más, y los asientos también se pueden regular desde las mencionadas pantallas. Los ocupantes sentirán algo más de espacio, al aumentar la altura del habitáculo en 13 mm.
La gama de motores se compone de un 3.0 V6 de gasolina -creado partiendo del 5.0, y el escogido para la versión AWD de tracción total-, un 3.0 V6 diésel y un 5.0 V8, todos ellos sobrealimentados y unidos a la caja de cambios ZF automática de ocho velocidades. Por supuesto, el XJR seguirá disponible, con su versión del 5.0 V8 potenciada hasta los 550 CV y los 680 Nm de par.
Los precios del Jaguar XJ LWB arrancan en los 98.950 euros del 3.0 Diésel Premium Luxury.