Y es que la segunda generación de la berlina inglesa posee el 75% de su estructura en aluminio, lo que le permite gozar de un reducido peso y de contar con una dinámica de conducción mucho más deportiva. Se pondrá a la venta a finales de este año. Que te presenten en sociedad cruzando nada menos que el río Támesis sobre dos cables de acero de 3 metros de grosor y casi sin margen de error para que el piloto corrija un posible descuido, dice mucho de un vehículo. Así es como Jaguar decidió sacar a la luz de forma oficiosa (la oficial ha sido durante el Salón de Nueva York que se celebra estos días) la segunda generación del XF.
¿Y por qué montar tal parafernalia? Muy sencillo, para mostrar al mundo que el nuevo producto de la marca inglesa es, además de lujoso, extremadamente ligero. De hecho, este nuevo XF, que llegará al mercado español a finales de año, las tres cuartas partes de la estructura de la berlina están fabricadas en aluminio, lo que le convierte en el primer modelo en emplear tanta cantidad de dicho elemento. Ello le permite cifrar en la báscula unos excelentes 1.600 kg, es decir, 190 kg menos que su predecesor.
Como los mejores deportivos
Pero además, también ha conseguido incrementar la rigidez estructural un 28%, lo que unido a un reparto de pesos casi del 50/50, a la dirección asistida eléctrica (EPAS), a la amortiguación Adaptive Dynamics o a la tracción total AWD con sistema Intelligent Driveline Dynamics (el mismo que equipa el F-Type), logrará que este XF cuente con una dinámica de conducción prodigiosa.
Para lo cual, otro de los puntos importantes será el grupo propulsor. En este sentido, la berlina inglesa estrena también una nueva familia de motores, la Ingenium que ya se montan en el XE o en otros modelos de Land Rover. Estas mecánicas diesel provocarán que estemos ante el Jaguar más ahorrador de todos los tiempos. Así, las versiones 2.0 D con motor de cuatro cilindros y con una potencia de 163 CV y 180 CV y un par máximo de 380 Nm y 430 Nm, respectivamente, homologarán un consumo medio de 3,9 y 4,3 l/100 km, respectivamente.
Siempre y cuando se le asocie la transmisión manual de seis marchas ya que si están acoplados al cambio automático de 8 relaciones, las cifras aumentan hasta los 4,2 l/100 km en el caso de 163 CV, manteniendo el de 180 CV el mismo consumo. Como motor top dentro de la gama diesel, se encontrará el 3.0 V6 Biturbo, con una potencia de 300 CV (60 más que el actual) y un par máximo de 700 Nm y un consumo de 5,5 l/100 km.
En lo referente a los motores de gasolina, habrá tres opciones. El 2.0i4 turboalimentado que rinde 240 CV y 380 Nm; y el 3.0 V6 sobrealimentado disponible con dos niveles de potencia: 340 CV ó 380 CV, en ambos casos con 450 Nm de par, asociados a la caja de cambios automática de ocho velocidades y que le permiten acelerar de 0 a 100 km/h en 5,4 y 5,3 segundos, respectivamente..
Cuidado hasta el último detalle
Como buen Jaguar, este XF mantiene unos estandartes de calidad muy elevados que se traducen en un interior muy cuidado y, sobre todo muy amplio. Y es que según la propia marca inglesa, su nueva berlina se convertirá en el líder de su segmento en lo que a espacio para ocupantes traseros se refiere. De momento sabemos que de sus 4,95 metros de largo, 2,96 metros corresponden a su distancia entre ejes; y que la anchura y la altura total del conjunto se establecen en 1,88 y 1,45 metros, respectivamente. A ello le acompaña un maletero de 540 litros.
Todo ello estará comandado por una consola central a la última, en donde destaca el nuevo sistema de info-entretenimiento InControl Touch Pro con una pantalla central táctil de 10,2 pulgadas a la que acompañará otra de 12,3 pulgadas que hará las funciones de cuadro de instrumentos, mientras que entre su equipamiento, presumiblemente dividido en cinco acabados: Pure, Prestige, R-Sport, Porfolio y S, sabemos que contará con los faros Full LED que si bien no son novedad en el mercado, sí en la marca, siendo el primer Jaguar en equipar dicha tecnología.