Se trata del primer modelo de la marca que cuenta con un ´vendible´ motor diésel 2.2 de cuatro cilindros y 170 CV y, por otra parte, con un precio de partida de 34.900 euros es su automóvil más asequible. Además, como colofón de su gama cuenta con una avanzadísima variante híbrida gasolina-eléctrica de 364 CV. Aunque también tiene dos pegas: una gama más reducida que la de sus rivales y que, por ahora, sólo podrás comprarlo en 16 concesionarios en España. A simple vista, el Q50 tiene el empaque propio de una berlina premium. De hecho, sus 4,79 metros de largo suponen 20 cm más que todo un Mercedes Clase C. Por otro lado, su ondulada carrocería -que hereda rasgos del concept Essence- está menos vista que la de cualquiera de sus rivales. En el interior, puntúan a favor de este modelo japonés su cuidada terminación -la calidad y los ajustes son excelentes- y un salpicadero ´limpio´ presidido por dos pantallas táctiles. La superior es de 8" y sirve para controlar las indicaciones del navegador y la inferior de 7" funciona como una tablet: basta pulsar con la yema del dedo para desplazarse por los menús de climatización, audio, teléfono, ordenador de a bordo... Por lo demás, la postura de conducción es bajita, cómoda y deportiva; detrás sólo dos pasajeros pueden viajar de forma confortable –la plaza central es incómoda por el voluminoso túnel de transmisión- y el maletero con 500 litros es muy amplio, pero también bastante irregular y con una boca de carga pequeña.
En marcha, por agilidad y sensaciones recuerda a un BMW Serie 3. Gracias a la propulsión trasera, una suspensión firme que contiene el balanceo de la carrocería y unos frenos potentes resulta muy divertido de conducir... aunque no es el automóvil más cómodo de la categoría. El Q50 está disponible con dos tipos de dirección: una hidráulica con un tacto y una precisión muy correctos diesel y una adaptativa denominada DAS. Esta dirección, que es de serie en el acabado superior GT Sport del diesel y en todos los híbridos, carece de conexión mecánica entre el volante y las ruedas€ de modo que permite regular al conductor su dureza y desmultiplicación. En marcha, resulta muy útil en zonas de curvas ya que permite abordar giros muy cerrados sin soltar las manos del volante. Sin embargo, no transmite demasiada información acerca de lo que sucede bajo las ruedas.
El motor diésel es un 2.2 de procedencia Mercedes. Al ralentí suena y transmite al habitáculo más vibraciones que el motor 2.0 TDI de 177 CV del Audi A4, pero en marcha gana velocidad de una forma contundente y siempre tiene un consumo contenido. De hecho, durante la prueba nuestro Infiniti gastó de media 6,7 l/100 km.
En lo que al Q50 3.5 Hybrid respecta, es respetuoso con el medio ambiente gracias a que puede circular en modo eléctrico durante 2 kilómetros en ciudad y de alcanzar 100 km/h utilizando la electricidad como combustible -siempre que no se acelere con decisión-. Las prestaciones son las esperadas en un automóvil de 364 CV; de hecho, los 5,1 segundos que Infiniti invierte para acelerar de 0 a 100 km/h parecen una cifra muy real.
Los precios de la gama son los siguientes:
Modelo | Precio | |
---|---|---|
Q50 2.2d | 34.900 euros | |
Q50 2.2d Aut. | 37.675 euros | |
Q50 2.2d GT | 38.850 euros | |
Q50 2.2d GT Aut. | 41.475 euros | |
Q50 2.2d Premium | 42.250 euros | |
Q50 2.2d Premium Aut. 7V | 44.875 euros | |
Q50 2.2d GT Sport | 46.150 euros | |
Q50 2.2d GT Sport Aut. 7V | 48.775 euros | |
Q50 3.5 Hybrid (RWD) Aut. 7V | 53.900 euros | |
Q50 3.5 Hybrid GT SPORT (RWD) Aut | 58.075 euros | |
Q50 3.5 Hybrid GT SPORT (RWD) Aut 7V | 61.120 euros |