La décima generación del Civic perfilará a principios del año que viene su gama, y lo hará con la llegada de las esperadas motorizaciones de ciclo diésel. Sí, hasta el momento, Honda únicamente comercializaba el compacto japonés con los propulsores de gasolina turbo 1.0 VTEC de 129 CV y 1.5 VTEC de 182 CV, además del descomunal Type R con el 2.0 VTEC de 320 CV, bloques a los que se unirá un viejo conocido: el 1.6 i-DTEC de 120 CV.
Ahora bien, pese a ser el mismo motor que montaba su predecesor, los ingenieros de Hondahan realizado múltiples modificaciones para conseguir que los datos de consumo y emisiones sean totalmente verídicos a ojos del nuevo ciclo de homologación que llegará durante el último trimestre del año, el WLTP.
Unas mejoras que se centran en la inclusión de unos cilindros con una menor fricción, unos pistones de aleación de acero con cromo y molibdeno, un nuevo turbocompresor más compacto, nuevos conductos de admisión o un sistema de recirculación de los gases de escape (EGR) de baja presión. Igualmente, se ha modificado el sistema de escape un nuevo sistema de escape.
El resultado, un consumo medio real de solo 3,7 l/100 km, el cual implica unas emisiones de CO2 de únicamente 99 gr/km, y ser uno de los primeros motores en superar el test de emisión de partículas y NOx “RDE” (Real Driving Emission) gracias al nuevo sistema de conversión del almacenamiento de NOx con catalizadores de mayor tamaño y un contenido más alto de metales nobles (plata, platino y neodimio) que almacenan gas de óxido de nitrógeno hasta el ciclo de regeneración.
Y en cuanto a las prestaciones, se mantienen los ya comentados 120 CV de potencia, a los que se une un par máximo de 300 Nm disponibles a partir de las 2.000 vueltas. De esta forma, los Civic i-DTEC acelerarán de 0 a 100 km/h en 10,4 segundos.
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