Se presenta en Fráncfort y llegará al mercado a comienzos de 2018. Poco le ha durado la última actualización al Mustang. Tras renovarlo ligeramente a principios de 2015, la marca americana acaba de presentar en el Salón de Fráncfort, que se celebra del 12 al 24 de septiembre, el segundo restyling del modelo. Una actualización que afecta tanto a la carrocería cupé como a la descapotable y que llegará al mercado durante el primer trimestre del 2018.
Los principales cambios estéticos los aglutina, principalmente, el frontal. En él se aprecian nuevos paragolpes, una calandra más grande, angulosa y en una posición más baja, el capó, que ahora incorpora dos tomas de aire de pequeño tamaño, o las luces de intermitencia, que se colocan justo a la altura de los antiniebla. Por su parte, en la zaga aparece un nuevo difusor, con dos salidas de escape dobles situadas a cada lado que serán exclusivas de las versiones GT.
En el habitáculo, la marca asegura haber aumentado la calidad del conjunto al añadir materiales más mullidos y suaves al tacto, mientras que en opción aparecerá una moldura realizada en fibra de carbono. Los asientos y las puertas podrán ir tapizados en Alcantara, aunque opcionalmente siguen estando disponibles las butacas de tipo bacquet firmadas por Recaro. Igualmente, previo pago, aparece un nuevo cuadro de instrumentos digital con pantalla de 12 pulgadas.
Más caballaje
Bajo el capó, más cambios. El Mustang seguirá estando disponible con dos motorizaciones, ambas de gasolina. Una de acceso, el 2.3 EcoBoost, que ahora recorta su potencia hasta los 290 CV. Esto supone una rebaja de 27 CV frente al actual con el objetivo, suponemos, de mejorar la eficiencia del vehículo. Por contra, el tope de gama, aquel que alimenta a la espectacular versión GT, el V8 atmosférico de 5.0 litros, eleva su potencia hasta los 450 CV, es decir, 29 CV más que antes.
De momento, Ford no ha filtrado datos relativos a sus prestaciones ni consumos, pero como decimos, es de suponer que el primero de ellos rebaje el gasto de carburante, mientras que el segundo mejore significativamente sus prestaciones. En cualquier caso, los dos podrán asociarse opcionalmente a la nueva transmisión automática de 10 relaciones que, además, promete ser más rápida y eficiente que la actual de seis.
Elige tu modo
El chasis también ha sufrido modificaciones, reduciendo los balanceos y mejorando el paso por curva. Los amortiguadores activos MagneRide, hasta ahora exclusivos del Shelby GT350, podrán montarse opcionalmente en el nuevo Mustang. Igualmente, aparecen dos nuevos programas de conducción, My Mode y Drag Strip, que se suman a los ya disponibles Normal, Sport, Track y Snow. El primero de ellos es básicamente una configuración individual en la que el conductor podrá ajustar a su gusto el funcionamiento de la transmisión, la dureza de la dirección o de la amortiguación, la respuesta del motor… Mientras que el segundo hará las veces de un Launch Control, mejorando así el comentado paso de 0 a 100 km/h.
Por último, el pony car americano también se actualiza en lo que a seguridad se refiere. En este sentido, incluye varios asistentes y ayudas a la conducción tales como el sistema de alerta ante colisiones con frenada de emergencia en ciudad y detector de peatones, el control de velocidad de crucero adaptativo, la alerta por cambio involuntario de carril o el control de ángulo muerto.