Una estética más Racing y una puesta a punto más dinámica son algunas de sus características más importantes, ya que este Kuga ST Line estará disponible con toda la gama de motores. Si hace unas semanas os trajimos la versión más lujosa del Kuga, el Vignale, ahora Ford nos presenta la más deportiva, el ST Line. Y es que la marca americana ha comenzado a apostar por dotar de estilo propio a todos sus modelos.
En este sentido, el Kuga se convierte en el cuarto vehículo de la gama en incorporar el acabado ST Line. Así, al igual que sus hermanos, el todocamino medio, cuya renovación aterrizará en el mercado durante el otoño, cuenta con una estética diferenciada, que destaca por incorporar, externamente, una parrilla en nido de abeja en negro, mismo color que se emplea para las llantas de aleación, de 18 o 19 pulgadas, los marcos de las ventanas y las barras del techo. Tonalidad que, además, contrasta con el resto del conjunto ya que tanto los faldones laterales como pasos de rueda y el spoiler de techo están pintados en el mismo color de la carrocería. En el habitáculo, ese toque deportivo se observa en la inclusión de unos asientos deportivos tapizados parcialmente en cuero y con costuras en contraste,
Más ‘durito’
En el apartado dinámico, el Kuga ST Line recibe una puesta a punto específica. En este sentido, el SUV producido en Valencia monta barras estabilizadoras más gruesas y una suspensión más rígida que, además, cuenta con unos muelles y amortiguadores un poco más cortos para rebajar la altura de la carrocería en 10 milímetros. Igualmente, la dirección asistida también ha sido recalibrada para conceder un tacto más deportivo.
A nivel mecánico, no hay variaciones frente a cualquier otro Kuga y el acabado ST Line podrá asociarse a toda la gama. En gasolina, habrás tres opciones de potencia, 120, 150 y 182 CV, todas ellas desarrolladas a partir del mismo bloque, el 1.5 EcoBoost. Por su parte, la gama diésel estará formada por el 1.5 TDCi de 120 CV y los 2.0 TDCi de 150 y 180 CV.