Ford decide actualizar de cara al nuevo año a su urbano reconvertido en utilitario, el Ka+. Un modelo que pudimos conocer en la toma de contacto realizada por Madrid hace algo más de un año y del que comprobamos que, pese a mantener ese espíritu urbano, poco o nada tenía que ver con su predecesor. Nueva plataforma, más habitabilidad y un equipamiento más completo eran algunas de sus características más destacadas.
Cualidades a las que ahora se une el amor por la aventura… aunque solo sea de fachada. Decimos esto porque aprovechando la actualización de gama a la que se le ha sometido la firma del óvalo ha querido subirse a la corriente SUV presentando una variante con tintes off road. Denominado Ka+ Active, sigue la filosofía del nuevo Fiesta Active, que está a punto de llegar, y del resto de crossover, es decir, que recubre la parte baja de su carrocería con una tira de plástico negro al tiempo que aumenta en 18 milímetros su altura libre al suelo.
Paragolpes en negro, protecciones en tanto delante como detrás, unas llantas de aleación de 15 pulgadas con un diseño exclusivo y una nueva tonalidad exterior denominada Danyon Ridge Bronze (el naranja que ilustra estas líneas), completan el apartado estético exterior. Por su parte, el habitáculo recibe nuevas tapicerías (con rayas en diseño Sienna Brown para esta versión), inserciones cromadas y alfombrillas en goma fáciles de limpiar.
Aparece el diésel
Cambios, algunos, que se pueden extrapolar al resto de la gama, en donde también aparece como novedad la inclusión del sistema multimedia SYNC3 con pantalla táctil de 6,5 pulgadas o la sincronización móvil mediante Apple CarPlay y Android Auto. En cuanto al equipamiento, la dotación mejora con la llegada de los sensores de lluvia y luces, de un nuevo sistema anti-vaho mejorado, de los sensores de aparcamiento traseros o de los asientos delanteros calefactables.
Ahora bien, la gran novedad, incluso por sorprendente, es la llegada de una nueva motorización diésel a la gama. En plena era anti-gasóleo, más aún cuando hablamos de coches urbanos, el Fod Ka+ sorprende con la inclusión del conocido motor turbodiésel 1.5 TDCi de cuatro cilindros y 95 CV. Un bloque que genera además 215 Nm entre las 1.750 y las 2.500 vueltas y cuyos consumos oscilan entre los 3,7 l/100 km del Ka+ y los 4,1 litros del Ka+ Active.
Pero ahí no se paran las primicias, sino que en la gama gasolina aparece un nuevo 1.2 Ti-VCT de tres cilindros con sistema de doble distribución variable e independiente que guarda parte de su arquitectura con el 1.5 EcoBoost de 200 CV que se montará en el Fiesta ST200. En comparación con el anterior 1.2 Duratec, este nuevo bloque ofrece hasta un 10% más de par entre las 1.000 y las 3.000 rpm, mejorando la respuesta en la conducción diaria y permitiendo una mejora media de eficiencia de combustible a lo largo del rango de revoluciones del 4%. Estará disponible, igualmente, con dos escalones de potencia, 70 y 85 CV, ofreciendo unos valores de consumo de 5,1 y 5,0 l/100 km, respectivamente. Por su parte, el Ka+ Active solo podrá adquirirse con el más potente, homologando un gasto de 5,7 l/100 km. Todos los motores, incluido el diésel, se combinarán con la caja manual de 5 velocidades de baja fricción que ha sido revisada para ofrecer una mayor suavidad en los cambios de marcha.
La renovada gama 2018 del Ford Ka+ y Ford Ka+ Active comenzará a venderse en Europa a finales de este año, con unos precios que seguirán siendo igual de competitivos que hasta ahora en donde, a falta de confirmar la tarifa para nuestro país, parte de los 9.990 € para Alemania.