Doce años después de que saliera a la venta la primera y original generación del Ka, Ford cambia por completo la apariencia de su modelo más pequeño. Para ello, utiliza el concepto del Kinetic Design de una forma muy similar a como lo hizo con el nuevo Fiesta, la máxima expresión de este lenguaje de diseño.
Un gasolina y un turbodiésel
El Ford Ka estará disponible en España con un motor gasolina Duratec 1.2 de 69 CV y con un Duratorq TDCi 1.3 de 75 CV. Es la primera vez que el Ka monta un propulsor turbodiésel, que cuenta con un consumo de combustible de 4,2 litros a los 100 km con una conducción mixta. El gasolina, por su parte ha reducido este dato en un 21% comparándolo con el anterior propulsor 1.3 que utilizaba el Ka. Los dos propulsores tienen unas emisiones de C02 por kilómetro recorrido de menos de 120 gramos.
Estas dos mecánicas solo se podrán combinar con un nivel de equipamiento, denominado Titanium. Con este acabado, el gasolina 1.2 tendrá un precio de 10.695€ y el turbodiésel 1.3 costará 12.245€.
Paquetes de personalización
Por lo tanto, el Ford Ka viene de serie con aire acondicionado, radio CD con MP3 y elevalunas eléctricos. Mientras tanto, el IVD (control de estabilidad y control de tracción) tiene un precio de 475€ y el paquete de conectividad cuesta 350€. También son interesantes el climatizador por 250€ y los airbags de cortina y laterales por 420€.
Este modelo cuenta además con paquetes de personalización interiores y exteriores que van desde los 350€ hasta los 1000€. El más caro es el interior del paquete Tatoo, que cuenta con asientos de cuero y se puede diferenciar desde el exterior por la decoración de su techo. En el denominado Digital Art Verde destaca la combinación de colores verde y negra, mientras que el Gran Prix es rojo con una franja blanca.
(El nuevo Ford Ka se ha desarrollado mediante un acuerdo empresarial con Fiat gracias al que comparte estructura y planta de fabricación en Polonia con el 500)