Ford ha recurrido a la versión de tres puertas del Fiesta y le ha retirado las ventanillas traseras. Para dotar al Fiesta del máximo espacio de carga, la marca ha dejado los dos asientos delanteros como las plazas útiles del vehículo, y ha empleado todo el espacio detrás para ofrecer una capacidad de carga de un metro cúbico o 500 kg de peso.
Si necesitas transportar objetos de gran longitud, no tendrás problema mientras no superen los 1,3 metros de largo del espacio de carga del Fiesta Van. Cuenta con elementos para hacer la vida más fácil a los transportistas, como los cuatro ganchos para amarrar los bultos o los materiales de los que está revestido: El suelo está pensado para evitar que la carga se deslice durante la marcha, y los laterales están cubiertos de plástico para resistir los golpes.
El Fiesta Van sólo tiene una motorización de gasolina: El 1.25 Duratec de 82 CV, mientras que las opciones diésel son el 1.5 TDCi de 75 CV -3,3 litros a los 100 km y 87 gramos de CO2 por km recorrido- y el 1.6 TDCi de 95 CV -3,7 litros/100 km y menos de 100 gramos de CO2-. Todos ellos son motores que se fabricarán en el Reino Unido, de acuerdo con la reestructuración de la producción que Ford presentó hace unos meses.
Las innovaciones en materia de equipamiento que Ford había presentado para el nuevo Fiesta, y que tan buena nota sacaron en el estudio de Euro NCAP, se mantienen en el Fiesta Van, si bien con utilidades ligeramente diferentes: Por ejemplo, el sistema MyKey permitirá en esta ocasión que la empresa limite la velocidad a la que puedan llegar a ir sus conductores, y la conectividad SYNC mantendrá a sus miembros en constante comunicación.
Tampoco falta el sistema de frenada de emergencia Active City Stop, capaz de detener el coche si el impacto es inevitable al circular a menos de 30 km/h, ni la función de llamada de emergencia, la cámara trasera de ayuda al aparcamiento, llantas de 17 pulgadas, etc.