Además, a nivel mecánico su motor diesel pasa de 90 a 95 CV al tiempo que ha recibido diferentes ajustes en su chasis para hacerlo más estable y dinámico. Como guinda al pastel, Ford también ha anunciado una versión con tintes más deportivos denominada Ecoport S. En 2013, en pleno nacimiento de los SUV urbanos Ford lanzó al mercado su apuesta, el Ecosport. Un producto global que si bien cuajó de forma notable en Estados Unidos y en algunos países del centro de Europa, no hizo lo propio en nuestro país. Más aún cuando ha tenido que competir contra pesos pesados como el Renault Captur, el Nissan Juke o el Peugeot 2008, entre otros.
El principal problema de dicho modelo fue esa globalización de la hacía gala y que repercutía directamente en un diseño más americano que europeo. Pero Ford ha sabido aprender de sus errores y aprovechando el restyling al que le acaba de someter, ha corregido ciertos aspectos de su estética para adaptarlo al gusto europeo.
Mejora en sonoridad y vibraciones
Entre esas modificaciones se encuentran la eliminación de la rueda de repuesto en el portón trasero, la apertura lateral del mismo que ha sido revisada y ahora cuenta con una apertura parcial en caso de que el hueco de aparcamiento sea más reducido, así como una mejora en lo que a sonoridad, vibraciones y asperezas se refiere, hecho que ha logrado al introducir nuevos materiales de aislamiento y nuevas juntas en puertas, cristales y compartimento motor.
Una actualización de diseño que se extiende igualmente hacia el habitáculo, incluyendo nuevas inserciones en piel en los asientos (pero sólo para el acabado Titanium, el más alto), los cuales también han mejorado en lo respectivo a los materiales y la calidad; cambiando la posición del freno de mano, ahora está más elevado, y la forma del volante para eliminar botones inútiles y unificar su diseño con el del actual Focus. Por último, el panel de instrumentos recibe nuevos detalles cromados.
El equipamiento opcional también sufre una mejoría y ahora, el Ecosport podrá elegirse con dos nuevos packs denominados Pack Invierno y Pack Privacidad. El primero incluye asientos delanteros calefactables y tomas de aire para los asientos traseros, mientras que el segundo sólo cuenta con los cristales tintados. Del mismo modo, el SUV urbano se actualiza en lo relativo a la conectividad al estar disponible con la última evolución del sistema de conectividad por voz SYNC, asociado a una pantalla de cuatro pulgadas. Más adelante se incluirán el navegador por satélite y la cámara de visión trasera.
Más precisión
En lo referente a la gama de motores, todos se han adaptado para cumplir la nueva normativa de emisiones Euro6 por lo que el nuevo EcoSport seguirá contando con el 1.0 EcoBoost de 125 CV, con el 1.5 TDCi de 95 CV, que gana 5 CV con respecto al anterior modelo rebajando además su consumo y emisiones hasta los 4,4 l/100 km y 125 gr/km, respectivamente; y con el 1.5 Ti-VCT de 112 CV, que tiene un consumo medio de 6,3 l/100 km y una emisiones de 149 g/km CO2.
A nivel dinámico, Ford asegura que se ha conseguido conducción más precisa gracias a una revisión de la rigidez de torsión del eje trasero, que ofrece un control gradual en el balanceo de la carrocería, la revisión de los resortes y un nuevo tarado de los amortiguadores, así como la introducción de cambios en el Sistema Electrónico de Estabilidad y la dirección asistida. Además, se ha rebajado la carrocería 10 mm.
Un punto más de deportividad
Pero para los más exigentes, y dado que los SUV urbanos tienden a no tener un carácter demasiado radical, Ford ha querido paliar dicha carencia añadiendo un poco más de picante a la gama al incorporar una nueva versión EcoSport S que sólo añade una estética diferenciadora. Esta variante deportiva se distingue del resto de la gama, principalmente, por el color exterior de la carrocería, en Deep Impact Blue, que va a juego con las carcasas de los retrovisores y el techo en color negro o por la inclusión de llantas de aleación de 17 pulgadas, difusor de aire trasero y los cristales tintados.
