En realidad, no sólo la distancia entre ejes es mayor en el 500 Largo. También se trata de un coche de cinco puertas (no de tres), homologado para cinco ocupantes (no cuatro) y el diseño de la carrocería se ha quedado a medio camino entre un SUV y un monovolumen compacto.
Es algo muy parecido a lo que MINI hizo con el Countryman, es decir, superar por primera vez los cuatro metros de longitud haciendo una carrocería espaciosa y con una posición de conducción claramente más dominante. El 500L mide 4,14 metros (60 más que el 500 convencional) y su maletero presenta unas dimensiones propias del segmento C, con nada menos que 400 litros de oferta antes de abatir los asientos posteriores.
Más y más negocio
Con este nuevo modelo, Fiat pretende seguir bebiendo del éxito de la marca “500”, pero extendiendo su público objetivo hasta las familias y personas de talla media-alta, segmentos de población que hasta ahora quedaban obligadamente excluidos. De hecho, uno de los principales negocios generados por el 500 (el de los accesorios, complementos y posibilidades de personalización) estarán totalmente vigentes en el 500L.
En cuanto a los propulsores, se han confirmado dos de gasolina y un diesel. En el primer apartado, el motor estrella será el TwinAir 0.9, el último bicilíndrico de los italianos que irá acompañado por un 1.4 de 78 cv. En cuanto al diesel, el 1.3 Multijet II será el bloque único, aunque es probable que llegue con dos potencias diferentes (75 y 95 cv).