Lo veremos en el Salón de Frankfurt. La firma del Cavallino Rampante da un vuelco a sus nomenclaturas. En lugar de utilizar números o letras, adquiere la misma estrategia que SEAT: elegir una localidad del país transalpino. En esta ocasión, el lugar elegido ha sido Portofino, una preciosa villa situada en la costa genovesa, que destaca tanto por su puerto deportivo como por su vida social.
Un lugar idóneo para pasear con el que será el nuevo descapotable de la marca italiana. En esencia se trata del heredero natural del actual California T (target=undefined), del que mantiene casi intacta su línea exterior. Sin embargo, se trata de un vehículo completamente nuevo, pues se sostiene sobre un nuevo chasis, más ligero y rígido. En este sentido, los diseñadores también han aportado sus conocimientos, cambiando ciertos aspectos del coche y otorgando una mayor importancia a la aerodinámica.
Un trabajo que se observa a simple vista con la llegada de nuevas soluciones como las tomas de aire colocadas a los lados de los faros delanteros (que por cierto son Full LED) y que se conectan con las nuevas salidas de aire situadas tras los pasos de rueda. Este conducto permite una mejor circulación del aire, mientras que las enormes entradas situadas en la parte baja del parachoques (también de nueva factura), aumentan la refrigeración de los distintos elementos (frenos, principalmente). La zaga también incorpora nuevos detalles, como los grupos ópticos circulares ubicados en los extremos, circunstancia que ha permitido ‘ocultar’ el hueco destinado a la colocación del techo.
Detallismo interior
En efecto, porque como te hemos comentado al principio, este Portofino deriva directamente del California, es decir, del descapotable más accesible de la gama italiana. No obstante, la nueva joya de Maranello ha realizado cambios en el techo duro retráctil de accionamiento automático, siendo ahora más ligero y otorgando a sus afortunados conductores la posibilidad de plegarlo y desplegarlo en movimiento. Ahora bien, Ferrari no ha facilitado ni el dato de su peso ni de a cuánta velocidad se podrá realizar la acción.
Lo que sí sabemos es que una vez esté guardado, se dejará ver un habitáculo mucho más cuidado y sencillo que el de su predecesor. Se han rediseñado tanto el volante como los mandos de la climatización, mientras que los asientos incluyen muchos más ajustes eléctricos (18 para ser exactos), al tiempo que el respaldo es ahora menos voluminosos para así favorecer el espacio para las piernas de los ocupantes traseros. Tras ellos se situará un deflector de aire que, según la marca, ha conseguido reducir en un 30% las turbulencias y el flujo de aire hacia el interior, aumentando así el confort de marcha. También afirma que el volumen del maletero ha aumentado, pero no facilita el dato. Suponemos que todas estas lagunas las acabará desvelando en el Salón de Frankfurt que se celebra entre el 12 y el 24 de Septiembre.
El compromiso tecnológico llega de la mano de las nuevas pantallas digitales. La consola central está presidida por una totalmente nueva de 10,2 pulgadas que se complementa con otra de menor tamaño situada en la zona del copiloto, donde podrá consultar diferentes informaciones.
Era turbo
El California fue el primer vehículo de la historia de Ferrarien dejar de lado la aspiración para centrarse en la turboalimentación. De esta forma, el Portofino no iba a ser menos y, al ser el heredero natural de aquel, se mantiene fiel a esta tradición. No en vano, emplea el mismo bloque que su predecesor, el V8 de 3.8 litros, con cilindros colocados en 90º, que eso sí ha recibido ligeras modificaciones para aumentar su potencia final hasta los 600 CV y su par máximo a 760 Nm.
En comparación con el California T, estamos ante un incremento de 40 CV y 5 Nm se ha conseguido gracias al montaje de nuevos pistones y bielas, del colector de escape de una sola pieza, de la renovación del sistema de escape, y de los cambios efectuados en la calibración del software de gestión del motor. Se mantiene eso sí, la caja de cambios automática de siete relaciones que gracias al sistema F1-Trac, reparte la fuerza entre las cuatro ruedas de forma casi simultánea.
Entre los aspectos dinámicos más destacados, además de ofrecer un reparto de pesos casi perfecto, con un 46% depositado sobre el eje delantero y un 54% sobre el trasero, el Portofino incluye la tercera generación del diferencial trasero electrónico E-Diff3 y se convierte en el primer Ferrari en estrenar la dirección eléctrica EPS. El conjunto lo redondea una suspensión adaptativa con amortiguadores magnetoreológicas (SCM-E) dotadas de tecnología “dual-coil” reduciendo el balanceo, mejorando la absorción en superficies de asfalto irregular y siendo capaces de ofrecer el máximo confort, pero también la máxima expresión de dinamismo.
Con todo, las prestaciones del nuevo Portofino son para quitar el hipo, ya que cifra una aceleración de 0 a 100 km/h de solo 3,5 segundos, logrando una punta de 320 km/h. Y todo ello, con un consumo de combustible de únicamente 10,5 l/00 km.