Si Maximus pudo con casi todos, lo mismo le sucede al Cayenne Gladiator 700GT Biturbo (así han decidido llamar a esta bestia) que con sus 700 CV nos dejará literalmente pegados al asiento. Los responsables de esta preparación, digna de alabar en el apartado mecánico y que seguro contará con seguidores y detractores en el estético, son los teutones de ENCO Exclusive, conocidos dentro del mundillo de alto standing por llevar a cabo modificaciones en vehículos de marcas como Ferrari Lamborghini, Bentley o Maybach, entre otras.
Partiendo de la base de todo un Cayenne Turbo, no se han escatimado recursos en este proyecto cuyo resultado final levanta odio o pasiones. Comenzando por el exterior, lo primero que llama la atención es el nuevo kit aerodinámico que incluye unos parachoques sobredimensionados con unas tomas de refrigeración mucho más grandes, taloneras de nueva factura y un difusor trasero que alberga una doble salida de escape central. Las enormes llantas de 23 pulgadas, que montan unos neumáticos Dunlop Sport Maxx en medidas 315/25 R23, contribuyen a incrementar aún más la agresiva, rotunda e intimidadora presencia que se le ha conferido a este Cayenne.
Si la combinación en rojo y negro ya destaca en el exterior, en el habitáculo se ha buscado este contraste con mayor insistencia. Todo el interior está inundado con inserciones en fibra de carbono, pintadas de rojo en la mayoría de las ocasiones. Además de esta inusual tonalidad para dicho material, sobresalen por encima de todo el nuevo volante fabricado artesanalmente, la jaula antivuelco propia de coches de competición y los impresionantes baquets tanto para la parte delantera como trasera.
Que nos agrade o no la imagen de este Cayenne es cuestión de gustos, pero donde nadie podrá poner un pero es en la potenciación de su motor. Los 500 CV de serie han aumentado hasta 700, gracias a dos nuevos turbocompresores, un colector, un nuevo sistema de escape, modificaciones en la centralita electrónica y varios cambios en la mecánica, sustituyendo los filtros y mejorando el sistema de alimentación.
Se ha instalado una nueva suspensión electrónica que rebaja su altura en 5 cm y para detener sus más de 2,5 toneladas de peso se han montado unos frenos carbono-cerámicos de 41 centímetros de diámetro con pinzas de 12 pistones. Con todo, este brutal gladiador mejora sus prestaciones notablemente parando el crono en el 0 a 100 en 4,5 segundos (frente a los 5,1 del Cayenne Turbo) y alcanzando una velocidad máxima de 290 Km/h (por los 275 Km/h del modelo de serie). De lo que no hay datos por el momento, es del precio de esta preparación, que a tenor de lo visto, será también de todo, menos discreto...
