Así, los clientes más exigentes del deportivo americano ya podrán llevarse a su garaje a una bestia de 650 CV que bien podría estar concebida para competir en la NASCAR que para rodar por las carreteras. La bestia de Dodge pasa por las manos del preparador American Club Racer quienes le dan su toque personal para traernos un Viper con 650 CV que bien podría estar fabricado exclusivamente para la competición. De hecho, inicialmente fue concebido como un vehículo de competición pero, ya que estaban, decidieron alegrar así el día a sus más fieles seguidores. Y es que tener bajo el capó un descomunal motor V10 de 8.4 litros que eleva su potencia hasta 650 CV y que cuenta con un par máximo de 812 Nm, bien merece que se pase la vida metida en los circuitos.
No en vano, adquiere varios elementos del mundo de la competición como un chasis rebajado, muelles y amortiguadores regulables firmados por Bilstein o un reparto de pesos al 50/50. Todo ello presentado sobre un vehículo en el que destaca un enorme alerón trasero ajustable de dos piezas, las llantas de 19 pulgadas que esconden unos frenos cerámicos (firmados por Brembo) de 390 mm de diámetro en su parte delantera y 360 mm en la parte trasera, montados sobre neumáticos Kumho Ecsta en medida 295/25 R19 y 355/30 R19 que, según dicen, pueden rebajar el tiempo por vuelta en 1,5 segundos. Mientras que en su interior encontramos elementos fabricados en carbono, aluminio, cuero, piel vuelta que, obviamente, son más propios de los vehículos de calle.
De ahí que hasta los propios desarrolladores le hayan tildado como “el Dodge Viper más rápido que se ha construido jamás"; no en vano, su conductor podrá experimentar fuerzas G laterales de hasta 1,5 G.