Lo que sí es cierto es que los coches controlados por ordenador hacen mejor las cosas – o al menos de forma más segura - que los seres humanos. Los fabricantes de automóviles, algunos proveedores y también Google se encuentran actualmente inmersos en una frenética carrera para desarrollar vehículos que puedan circular de manera autónoma. BMW pretende ser un actor protagonista en esta batalla y ha expuesto en la Feria de Electrónica CES de Las Vegas un prototipo basado en el Serie 6 Gran Coupé y en el Serie 2, y con ellos demostró que incluso de forma autónoma se puede disfrutar de un curso de slalom, tomar una acción evasiva e incluso hacer un zigzag milimétrico a través de las curvas.
Algo de desconcierto
Los conductores deportivos más experimentados no saben muy bien cómo reaccionar ante un coche de estas características, sobre todo si tenemos en cuenta que la posibilidad de fallo a la hora de realizar una maniobra es nula y que la precisión se mantiene de forma constante, algo imposible de conseguir en un ser humano.
Los especialistas de BMW llevan trabajando con estos vehículos de prueba más de cuatro años, y fue entonces comenzaron a enseñar sus coches tímidamente en el Nordschleife. Dentro del proyecto de investigación " TrackTrainer " los ingenieros no solo recopilaron los conocimientos necesarios para poder aparcar con la ayuda de sensores, sino también intervenir de forma óptima a alta velocidad para mantener siempre el control del vehículo.
Todo está ya a bordo
BMW ya tiene lo más importante para este proyecto: la dirección eléctrica. Los otros sensores necesarios (ABS, DSC, GPS, radar, etc) así como la información sobre el estado de las carreteras, la posición del vehículo o la textura del suelo y el agarre ya se encuentran disponibles en la actualidad en los diferentes sistemas de asistencia a la conducción.
Y es que para BMW la conducción altamente automatizada está situada en la zona fronteriza con respecto a la conducción autónoma. Es decir, la actualidad está a tan sólo un paso del futuro. Algunos temas como la legislación vigente (que no permite que un vehículo sea de acción puramente autónoma aunque la responsabilidad sea siempre del conductor) hacen que el cambio de una a otra sea más lento de lo esperado. Pero los planes de futuro de BMW son muy específicos: en el próximo año ya se comenzará una prueba de campo que coincidirá con los proyectos de investigación y desarrollo existentes en los coches de producción en serie, con lo que a partir de ahí ya se vería la luz al final del túnel.
