Hace unas semanas os trajimos la prueba del Citroën C5, un vehículo al que catalogamos como todo un luchador capaz de aguantar las embestidas de unos rivales que no hacen más que renovarse. Pues bien, parece como si la marca francesa nos hubiera escuchado (o leído) pues acaba de presentar una serie de mejoras hasta que el año que viene llegue la esperada nueva generación, que se desarrollará en colaboración con Opel.
Nueva estructuración de gama
Más allá de recibir nuevos elementos estéticos, esta actualización se centra, principalmente, en reestructurar la gama comercial ofreciendo un equipamiento más completo desde la versión más baja: Feel. Así, el conductor que acceda a ella se estará llevando un vehículo que ofrece, de serie, regulador y limitador de velocidad, faros delanteros adaptativos y con función cornering, sensor de presión de neumáticos, sensores de luces y lluvia, retrovisores exteriores abatibles eléctricamente o control de tracción inteligente, entre otros.
Por encima, se crea el acabado Feel Edition, al que se suman el climatizador automático bizona, el sistema multimedia Connecting Box con pantalla táctil de 7 pulgadas, Bluetooth, USB, conexión auxiliar, navegador, llantas de aleación de 17 pulgadas y sensores de aparcamiento delantero y trasero. Por último, se mantiene el acabado Shine como el más completo, con llantas de 18 pulgadas, faros de xenón…
En cuanto a los motores, el C5 sigue apostando únicamente por el 2.0 BlueHDi, disponible con dos niveles de potencia: 150 y 180 CV, así como con cambio manual y automático EAT6, respectivamente. Con todo, Citroën cree que la versión que más ventas reportará en este final de vida será la BlueHDi de 150 CV asociado al acabado Feel Edition. Una combinación muy atractiva que tendrá un precio de partida de 22.250 euros.