A su favor está el contar con una estética muy llamativa o con un amplio equipamiento, pero, de momento, sólo llegaría con propulsores de gasolina. La tierra de las oportunidades también es la tierra de los todoterrenos y grandes SUV. Sin embargo, con una trayectoria e historia tan lograda, los grandes modelos americanos, a excepción de Jeep (que desde unos años pertenece al Grupo Fiat), no han sabido encajar con el gusto de los conductores del Viejo Continente. Un cliente que, en la actualidad, se ve inundado de un sinfín de modelos a cada cual más distinto del anterior y, al mismo tiempo, más parecido.
Pues bien, para romper esa monotonía, Cadillac acaba de ofrecernos su particular propuesta para el segmento de los SUV compactos. Bajo el nombre de XT5, la marca americana propone un modelo como alternativa a los todopoderosos alemanes y que viene a sustituir al SRX existente. No obstante, si nos atenemos a los datos de ventas de dicho SRX vemos que el paso del modelo yankee fue casi testimonial.
Para evitar otro posible descalabro, Cadillac propone un modelo con una línea exterior muy llamativa y que mantiene la base de los nuevos ATS y CTS, con una figura elegante a la par que deportiva. Además, al emplear la misma plataforma que estas dos berlinas, el XT5 puede recurrir a elementos como el aluminio para rebajar así su peso final, el cual queda cifrado en unos razonables 1.800 kilogramos, es decir, 126 menos que el SRX pero también 295 menos que un Mercedes GLE, uno de sus principales rivales.
Para competir tanto con el modelo de la estrella como con el Audi Q5 o el BMW X3, el XT5 recurre a una carrocería que mide 4,81 metros de largo, 1,90 de ancho y 1,67 de alto, al tiempo que la distancia entre ejes alcanza los 2,86 metros, XX cm más que sus nuevos rivales.
Apuesta por la gasolina
Puede que uno de los puntos por los que los modelos americanos no son tan queridos en Europa se deba a que la mayoría de ellos apuesta exclusivamente por propulsores de gasolina. En este sentido, el nuevo vehículo de Cadillac no iba a ser menos pero incluso se atreve a mantener el motor atmosférico V6 de 3.6 litros que ya empleaba el SRX y que entrega una potencia de 318 CV con un par máximo de 360 Nm. Eso sí, como novedad se podrá asociar a una transmisión automática de 8 velocidades en lugar de la de 6 que además añade el sistema Start&Stop para conseguir rebajar ligeramente el consumo de carburante, que queda cifrado en 10,8 l/100 km.
Para intentar llegar a un público mayor, Cadillac también ofrecerá en su gama un 2.0 turboalimentado de cuatro cilindros que deriva directamente de los ATS y CTS el cual genera 276 CV asociado, igualmente, a una caja de cambios automática de 8 velocidades.
En lo referente a su comportamiento confort, este SUV se intentará desmarcar de sus rivales montando, de serie, una suspensión magnética, Head-Up Display, sistema multimedia con conexión WiFi, recarga inalámbrica de teléfonos móviles e incluso una nueva cámara trasera cuya imagen se proyectará en el retrovisor central en lugar de en la pantalla. Por último, a nivel de seguridad también podrá equipar detector de objetos en el ángulo muerto con sensor de tráfico cruzado trasero, un sistema de mantenimiento de carril, sistema precolisión frontal y posterior con frenada automática, asistente de aparcamiento o control de crucero adaptativo.