Sí, porque gracias a un kit de potencia conocido como B50 Hybrid, la berlina de lujo alemana incrementa su potencia conjunta hasta los 500 CV, es decir, 48 CV más que el modelo de serie. Ello le permite ser un vehículo más rápido sin penalizar para nada los datos de consumo, que se mantienen en unos espectaculares 2,8 l/100 km. Y por si eso fuera poco, Brabus pone su impronta personal con una estética mucho más radical. El mundo del tuning suele despertar cierto debate entre los amantes de las cuatro ruedas que se enfrentan dialécticamente ante la premisa de si la transformación que se realiza al coche es macarra o no. No obstante, una cosa son los tuneros particulares y otra, los preparadores de alto nivel, entre los que se encuentra Brabus. Y es que el preparador alemán es uno de los de mayor prestigio dentro del sector y célebres son las transformaciones que lleva realizando a Mercedes.
Pero lo bueno de Brabus es que parece que no tiene límites. Así, si la semana pasada os traíamos su reinterpretación del Clase V de Mercedes, ahora se atreven a ‘meter mano’ a la variante más eficiente de toda la Clase S, el S500 Plug-in Hybrid, o lo que es lo mismo, el híbrido enchufable de la marca alemana, al que añade el denominado kit PowerXtra B50 Hybrid.
Gracias a él, además de cambiar su nomenclatura a Brabus B50 Hybrid, el principal cambio que aporta este kit es el incremento de potencia del motor de gasolina 3.0 V6 turbo desde los 333 CV originales hasta los 385 CV, mientras que el par máximo gana 70 Nm hasta llegar a los 550 Nm. Por su parte, el motor eléctrico permanece invariable y sin que el kit le afecte por lo que mantendremos los 33 km de autonomía cuando las baterías están cargadas a tope. De esta forma, tras las mejoras realizadas, la potencia total asciende hasta los 500 CV con un par máximo de 890 Nm, es decir, 48 CV más que el modelo de serie.
Como es obvio, todo ello afecta directamente a las prestaciones, permitiendo que este híbrido de gran lujo pase de 0 a 100 km/h en 4,9 segundos -0,3 segundos menos- y alcance una velocidad máxima autolimitada electrónicamente a 250 km/h. Unos datos que ganan en vistosidad si tenemos en cuenta que tiene que mover nada menos que 2.250 kilgramos de peso. Y todo ello consumiendo, únicamente, 2,8 l/100 km, valor que se traduce en unas emisiones de CO2 de 65 g/km.
Pero además de las modificaciones técnicas, Brabus también pone su estampa en lo que a estética se refiere. Así, este B50 Hybrid se distingue de su modelo base por incluir cuatro salidas de escape de acero inoxidable, llantas de aleación de hasta 22 pulgadas equipadas sobre neumáticos en medida 255/30 delante y 295/25, detrás, inserciones de fibra de carbono en la carrocería y luces tipo led en los faros delanteros y traseros, seda, madera y fibra de carbono para decorar su interior o el sistema multimedia iBusiness con productos Apple integrados.