Hablar del X3 es hacerlo de uno de los SUV compactos Premium más importantes de la última década tanto para el mercado como para la propia BMW. Un producto que ha funcionado, y funciona, a la perfección, pero que ya demandaba un cambio en profundidad, más aún cuando sus rivales más directos, Audi Q5, Mercedes-Benz GLC y Volvo XC60 han presentado sendas nuevas generaciones.
Cambia más de lo que parece
Así, la tercera entrega del X3, que llegará al mercado en otoño, se antoja como un vehículo completamente nuevo, pese a que su imagen exterior pueda indicarnos lo contrario. Pese a ello, el todocamino alemán ofreces nuevas soluciones estéticas, como una parrilla frontal más grande y ancha que, además, ofrece tecnología activa, permitiendo cerrar y abrir automáticamente las lamas en función de la demanda aerodinámica. A sus lados, los faros Full LED adaptativos ya no se integran en la misma, tecnología que también está presente en los antiniebla, quienes pasan de una forma redondeada a otra hexagonal.
Los parachoques ganan en presencia, incluyendo unas tomas de aire más prominentes delante y un difusor trasero más amplio, detrás, en donde además se incorporan unas nuevas salidas de escape. Y ya que estamos en la zaga, decir que el pequeño spoiler trasero situado en la mitad del portón es ahora más pronunciado, que los grupos ópticos incluyen la tecnología LED en tres dimensiones y que todos los X3 incluirán, de serie, la apertura y cierre eléctricos del maletero.
Por último, la vista lateral denota quizá el mayor cambio, pues el X3 se postula como un vehículo más deportivo y aerodinámico. No en vano, logra rebajar su coeficiente Cx hasta los 0,29, un dato excelente. Aparecen llantas de aleación de 18 a 21 pulgadas mientras que, en opción, se podrán pedir cristales acústicos que aíslan mejor el habitáculo de los ruidos externos.
Una serie de cambios y mejoras que se ‘enfrascan’ en un conjunto que ha crecido en todas sus cotas 5,1 centímetros a lo largo, 1 a lo ancho y 1,5 a lo alto, dejando así las dimensiones en 4,71 por 1,89 por 1,68 metros, respectivamente.
Máxima amplitud
En el habitáculo, una de sus principales virtudes será el espacio. Con una distancia entre ejes de 2,86 metros -5,4 cm más-, el X3 ofrecerá una de las zonas traseras más confortables, circunstancia a la que también se suman soluciones de confort como el climatizador automático de tres zonas. El maletero, por su parte, mantiene los 550 litros de capacidad, situándole a la par que el Q5, el GLC o el Lexus NX.
En lo que se refiere al puesto de conducción, este cambia por completo. Se ha aumentado el nivel de calidad y de acabado del mismo con la llegada de materiales más nobles o de mejor tacto. Estéticamente, el salpicadero variará en función de la línea de acabado escogida: xLine, Luxury Line y M Sport –esta última la más deportiva-. Como no podía ser de otra forma, la pantalla central de 10,25 pulgadas incluirá la función gestual estrenada en el Serie 7 y ampliada al Serie 5, mientras que el cuadro de instrumentos también podrá ser digital, sustituyendo los relojes analógicos por una pantalla de 12,3 pulgadas. También se ha mejorado el Head-up Display, totalmente a color y con un mayor contraste. Eso sí, aunque el X3 podrá contar con la llave digital Display Key, esta no contará con la función de aparcamiento a distancia.
Tecnología semi-autónoma
No obstante, pese a la ausencia de esta función, el todocamino alemán será uno de los grandes referentes en lo que a seguridad se refiere. Su llegada implica la ampliación de los sistemas de asistencia a la conducción que actualmente oferta BMW, entre los que destacará un nuevo sistema de conducción semi-autónoma que trabajará en conjunción con el control de velocidad adaptativo y el sistema de asistente activo de carril. A todo ello se sumará un asistente de aparcamiento automático –en el que solo será necesario estar pulsando un botón-, el sistema de protección contra colisiones laterales o la función de advertencia de preferencia de conducción en dirección prohibida y de presencia de tráfico transversal.
Irá ampliándose
Mecánicamente, la oferta inicial contemplará dos motores diesel, xDrive20d de 190 CV y xDrive30d de 262 CV, y uno de gasolina, el tope de gama M40i de 360 CV. Todos irán asociados a la tracción integral xDrive y a la caja de cambios automática con convertidor de par, Steptronic, de 8 relaciones. Entre finales de año y principios del que viene, se sumarán otros dos de gasolina, xDrive20i de 184 CV –previsto para la primavera- y el xDrive30i de 252 CV. No sería extraño que, más adelante, el X3 se oferte, como ya hace ahora, con versiones de propulsión trasera sDrive, y con cajas de cambio manuales de seis relaciones. Igualmente tampoco se descarta la llegada de una variante 100% eléctrica o, en su defecto, de una híbrida enchufable, ambas firmadas por el departamento iPerformance.
Por último, en el apartado dinámico, la tercera generación del X3 ha reducido su peso ligeramente –BMW habla de una rebaja de 55 kilos-, un hecho que incidirá en su ya de por sí exquisito comportamiento deportivo. En este sentido, tanto la versión M40i como las que equipen el acabado M Sport, tendrán un enfoque más destinado a este tipo de conducción ya que podrán pedirse con un chasis deportivo, con amortiguadores más firmes y barras estabilizadoras más rígidas. No obstante, en opción, el X3 incluirá la novedad de poder adquirirse con amortiguadores de dureza variable controlados electrónicamente, variando su dureza en función del tipo de conducción o de las condiciones del asfalto.
