Lo que comenzó como un ejercicio de distinción por parte de BMW, se ha convertido en una tendencia. A mediados de la primera década de este siglo, la firma bávara se atrevió a comercializar un todocamino de línea deportiva: el X6. Pocos años después, lo confirmó poniendo en liza el X4 y ahora lo corrobora con el que será el más pequeño de los X cupé, el X2.
Un modelo que llega en un momento dulce para este segmento, el cual prevé seguir creciendo de forma exponencial en el 2018. Pero además, llega con el objetivo de quitar ventas al Audi Q2, que fue presentado hace un año.
Distintivo
Lo primero que llama la atención del nuevo X2 es el diseño. Una carrocería de 4,36 metros de largo, los dibujantes bávaros han dado un paso al frente en lo que a atrevimiento se refiere perfilando un vehículo musculoso, elegante y muy deportivo. Desde el frontal, con una parrilla trapezoidal que reinterpreta el doble riñón típico de BMW, hasta la zaga, con un parachoques voluminoso y una línea de techo menos pronunciada que la que da forma a los X4 y X6.
Dejando de lado la personalización del modelo (donde además se incluirá un nuevo acabado denominado M Sport X inspirado en el mundo de los rallies) uno de los elementos estéticos más destacados es, sin duda, la colocación del logo en el pilar C como homenaje a los icónicos BMW 2000 CS y 3.0 CSL.
Por dentro, el salpicadero mantiene la estructura del X1, con el que comparte plataforma. La consola central estará presidida por una pantalla central de 8,8 pulgadas con una amplia conectividad y con una interfaz evolucionada y más intuitiva gracias al control gestual o vocal. En cuanto a la habitabilidad, anuncia un maletero de 470 litros.
Amplia variedad
Mecánicamente, en el momento de su lanzamiento (previsto para marzo), el X2 podrá elegirse con dos motorizaciones, ambas de 2.0 litros y 192 CV: el gasolina sDrive20i de 192 CV y el diésel xDrive20d. La primera se asocia a la caja de cambios automática de doble embrague y siete relaciones, mientras que la segunda, además de añadir la tracción integral, se acopla a la caja Steptronic con convertidor de par y 8 velocidades.
Durante el 2018 la gama se irá ampliando con la versión de gasolina sDrive18i, animada por el motor tricilíndrico de 1.5 litros con 140 CV, en combinación con la tracción delantera y cambio manual de 6 velocidades; y el diésel sDrive18d tetracilíndrico de 2.0 litros y 150 CV, que podrá combinarse con tracción delantera y cambio manual o de doble embrague así como con la tracción integral, en cuyo caso la caja será la Steptronic de 8 velocidades.
Dinámicamente, contará con un control dinámico de la suspensión, que implica amortiguación activa con modos Comfort y Sport, así como una carrocería rebajada en 10 milímetros. Igualmente estará disponible con la suspensión adaptativa M, que cuenta con elementos más firmes, y con un selector de modos de conducción con tres programas.
