Los hermanos pequeños siempre quieren parecerse a los más grandes. Son sus modelos a seguir y por ello imitan sus gestos, sus palabras y hasta la forma que tienen de vestir. Pues bien, la séptima generación del BMW Serie 5parece un nuevo Serie 7 algo más pequeño… Pero no mucho, porque la berlina alemana ha pegado tal estirón que ya está rozando los 5 metros de largo. En concreto estamos hablando de 3,6 centímetros de longitud más que su predecesora, alcanzando ahora los 4,93 metros. Cota que se completa con una anchura de 1,87 y una altura de 1,48 metros, o lo que es lo mismo, 1 y 1,5 centímetros más que antes.
Hijo del viento
Sin embargo, lo más destacado de su carrocería es la nueva plataforma sobre la que se sustenta y que le permite ahorrar hasta 100 kilogramos de peso en función de la versión escogida. Una reducción que se consigue gracias al empleo masivo de materiales como el aluminio, el magnesio o aceros de alta resistencia. A diferencia del Serie 7, los ingenieros no han querido emplear la fibra de carbono, material que encarecería los costes del vehículo y que dejaría al buque insignia sin su elemento ‘especial’.
Ahora bien, donde sí han volcado todos sus esfuerzos es en la aerodinámica. Según la marca, han logrado un coeficiente Cx de absoluto récord, 0,22, mejorando así en cuatro puntos el del Mercedes-Benz Clase E. Todas las versiones 5 cuentan con parrilla activa, air curtains, deflector delantero y otras soluciones. En lo que respecta a su aspecto, vemos un fuerte influjo del comentado Serie 7, con un capó alargado, una zaga más achatada y una línea lateral mucho más sobria.
Espacio confortable
Circunstancia que tiene una continuidad en su habitáculo. Con un diseño puramente BMW, la berlina mantiene los estándares de calidad que se le exigen, pero mejorando ligeramente tanto el acabado de algunas partes como la insonorización. Su apariencia recuerda a la de su hermano mayor, con una consola central presidida por una enorme pantalla táctil de 10,2 pulgadas que puede ser controlada mediante gestos o a través de comandos vocales.
No obstante, estos dos sistemas serán un opcional y los que no quieran pagar por él siempre podrán seguir usando el comando iDrive del túnel central, el cual dará a paso a un renovado sistema multimedia, con más funciones, nueva interfaz y total compatibilidad con Apple CarPlay y Android Auto. En lo que a confort se refiere, esta Serie 5 ofrecerá unos asientos delanteros con 8 programas de masaje, al tiempo que los traseros gozarán de un mayor espacio a causa de la mayor distancia entre ejes que presenta, 2,97 metros. Pasajeros que, además, podrán gozar de un sistema de entretenimiento compuesto por dos pantallas táctiles ubicadas bajo los reposacabezas delanteros. Un poco más atrás, el maletero también mejora ya que ofrece 530 litros, 10 más que antes.
Tecnología de vanguardia
Como no podía ser de otra forma, el BMW Serie 5 presume de una excelente dotación tecnológica, tanto a nivel de seguridad activa como en equipamiento. Entre sus nuevos asistentes destacan el control de crucero activo con control semi-autónomo de la situación, pues su cámara delantera en combinación con radares y sensores de ultrasonidos, puede adaptar el acelerador y freno a los límites de velocidad, así como a las líneas del carril gracias al asistente de mantenimiento activo de carril con protección de colisión lateral y al cambio de carril automático.
También estrena un nuevo Head-Up Display, más grande, completo y a color, faros delanteros LED activos, con asistente de luces largas, el sistema de aparcamiento totalmente automático, donde el coche no solo controla la dirección, sino también la presión del acelerador y la gestión del cambio, o el aparcamiento a distancia controlado desde la propia llave del coche, que se asemeja al del Serie 7.
Eficiencia como máxima
Desde el inicio de su comercialización, hecho que se espera para el mes de febrero, el Serie 5 estará disponible con cuatro motores. Dos serán gasolina, un 2.0 TwinPower Turbo de cuatro cilindros y 252 CV, conocido como 530i, y el 3.0 TwinPower Turbo de seis cilindros en línea que genera 340 CV, 540i. La dupla diésel, por su parte, estará formada por el tetracilíndrico de 2.0 litros y 190 CV, el 520d, y por el 3.0 de seis cilindros y 265 CV, 530d. Todos se asociarán a la transmisión automática de ocho velocidades, Steptronic, salvo el 520d, que también podrá hacerlo a una manual de seis, mientras que la tracción integral xDrive será opcional para todos.
Un mes después, se sumarán una versión de bajo consumo y otra más deportiva. La primera será el 520d Efficient Dynamics, con 3,9 l/100 km de consumo medio gracias a diversas soluciones, mientras que la segunda será conocida como M550i xDrive, equipando un motor 4.4 V8 TwinPower Turbo capaz de proporcionar 462 CV. Por último, también estará disponible con una variante híbrida enchufable, la 530e iPerformance, con 252 CV, 420 Nm de par y que será capaz de circular hasta 45 kilómetros en modo eléctrico, firmando un gasto de 2,0 l/100 km.