Tras una larga espera, por fin conocemos cómo es definitivamente el i8 Roadster. El Salón del Automóvil de Los Ángeles ha sido el lugar elegido por BMW (no parece haber sido escogido al azar) para presentar la variante descapotable de uno de sus vehículos más innovadores, radicales y eficientes.
Porque no hay que olvidar, que el i8 se impulsa gracias a una mecánica híbrida enchudable que, según los responsables de la firma bávara, se ha revisado en profundidad para ganar potencia y reducir, aún más, el consumo de carburante. Mantiene el bloque de gasolina tricilíndrico 1.5 TwinPower Turbo de 231 CV por lo que los retoques han ido a parar directamente al módulo eléctrico, el cual pasa de 131 a 143 CV. En total, la potencia conjunta es de 374 CV. Igualmente, la batería de ion-litio ha aumentado ligeramente su capacidad, hasta los 11,6 kWh (4,5 más), homologando una autonomía eléctrica de 53 kilómetros. Para cargarla, se necesitan 4,5 horas en un enchufe convencional y 3,6 en uno de 16 Amperios.
En lo que a prestaciones se refiere, en modo 100% eléctrico, se podrán alcanzar los 105 km/h en modo estándar, ganando así 35 km/h frente a su predecesor, mientras que en el modo eDrive, se mantienen los 120 km/h de punta. De forma conjunta, la velocidad máxima está limitada a 250 km/h, mientras que el dato de aceleración de 0 a 100 km/h se queda en 4 6 segundos. Por último, el consumo medio homologado queda cifrado en unos excelentes 2,1 l/100 km.
De lona y eléctrico
Sin embargo, el elemento más llamativo y destacado de este i8 Roadster es, sin lugar a dudas, el techo. BMW apuesta por la tradición y dota a su superdeportivo de un techo de lona retráctil que se acciona automáticamente y que solo necesita 15 segundos para guardarse tras los asientos traseros. Una operación que, además, se podrá realizar en marcha, siempre y cuando no se superen los 50 km/h de velocidad.
Para suplir la ausencia del techo, BMW se ha visto obligada a tener que reforzar la estructura de fibra de carbono, por lo que el peso final aumenta en 60 kilos frente al cupé (de ahí que el dato de aceleración sea ligeramente peor), marcando 1.594 kilos. Como dato práctico, decir que bajo la estructura trasera hay disponible un hueco de 100 litros, el cual se une a los 88 del maletero delantero, permitiendo a los dos ocupantes guardar sus pertenencias.
Por último, en lo que a diseño y equipamiento se refiere, el i8 Roadster mantiene sus líneas angulosas y, sobre todo, la apertura hacia arriba de sus puertas. En el habitáculo, monta la última actualización del sistema multimedia, representada a través de la nueva pantalla táctil que, eso sí, no ofrece control gestual. Entre algunos de sus elementos destacados están el nuevo Head-up Display a color y con un mayor número de gráficos, y la llave Key Display heredada de los Serie 7 y Serie 5, con superficie táctil y funciones remotas como controlar el estado del vehículo o activar la calefacción.
En definitiva, BMW consigue que el i8 suba un punto más el listón y aunque de momento no ha comunicado sus precios, a buen seguro que también será de lo más exclusivo.