En cuanto a dimensiones, el i8 mide 4,69 metros de longitud... pero sólo 1,29 m de alto. En cualquier caso, son suficientes para adoptar una configuración de 2+2 plazas en el interior, y para que la carrocería presente un perfil con el que su cociente aerodinámico sea extremadamente bajo: 0,26 Cx. Otro de los elementos más llamativos desde fuera son las puertas de apertura en vertical, algo que es posible precisamente por el uso de CFRP. Frente a la arquitectura del i3, que opta por una mecánica de autonomía extendida -un motor de combustión genera la electricidad cuando se agotan las baterías-, BMW ha optado por que el i8 sea un híbrido enchufable. Es decir, que el motor de combustión sirve para propulsar el vehículo de forma directa, y se puede combinar con el pequeño motor eléctrico con el que también cuenta.
El motor de explosión del i8 es un 1.5 de tres cilindros e inyección directa de gasolina... pero, gracias al turbocompresor, llega a entregar 231 CV de potencia y un par máximo de 320 Nm. Se encuentra alojado próximo al eje trasero, y asociado a una caja de cambios automática de seis velocidades. Al mismo tiempo, monta el motor eléctrico en la parte delantera. El i8 puede llegar a recorrer hasta 35 km haciendo funcionar exclusivamente este motor; un modo de funcionamiento con el que alcanza los 120 km/h. Su batería tarda tres horas en cargarse en una toma de 10 amperios y 230 voltios, pero BMW ofrece la posibilidad de instalar una toma iWallbox de 16 amperios, con la que el tiempo se reduce a dos horas. Gracias a ambas mecánicas, el BMW i8 arroja un consumo medio de 2,5 litros a los 100 km y unas emisiones de 59 gramos de CO2 por km recorrido. Juntas, entregan 362 CV y 570 Nm. Todo ello, por supuesto, unido a un sistema de recuperación de la energía de las deceleraciones.
El i8 cuenta con un sistema bautizado por BMW como `Driving Experience Control´, que ofrece cuatro modos de funcionamiento: el modo eDrive es aquel en el que el vehículo sólo funciona con el motor eléctrico; el EcoPro está pensado para aprovechar al máximo la energía y conseguir la mayor autonomía posible -hasta 500 km, gracias al control de elementos como la climatización o los asientos calefactables-; el modo Comfort prioriza la comodidad de los ocupantes, mientras que el Sport consigue respuestas más rápidas del acelerador, la transmisión, etc.
El i8 se pondrá a la venta en la segunda mitad de 2014. Se espera que su precio en España supere los 100.000 euros. Algo que no preocupa demasiado a BMW, para quien el principal mercado del i8 será el norteamericano, seguido de Reino Unido, Francia y Alemania.