La versión más alta del serie 5 (tanto en berlina como en touring) ha pasado por nuestras manos y con ella hemos podido comprobar cómo responde un propulsor de casi 5 litros (en realidad son 4799 centímetros cúbicos), con 367 cv de potencia y con ocho cilindros dibujando una perfecta V. Lo que hay debajo del capó de este coche es indudablemente un motor deportivo, aunque el diseño exterior no responda de igual forma en todos los sentidos. Por proximidad de la cifra de caballaje, que no cilindrada, el 550i tiene algo mas de potencia que un M3 (343 uno y 367 otro) pero mucha mas cilindrada y una disposición del motor diferente (el M3 Coupé lleva 6 cilindros en línea y éste 8 en forma de V). Esto, junto al mayor peso de la berlina serie 5 hacen que el control de la potencia se lleve a cabo de otra forma y la sensación al volante no tenga tanta bravura y arrojo. Eso sí, el vigor y la respuesta es magnífica, hacen de la conducción pausada un auténtico deleite y de la agresividad un derroche de virtudes. Es por tanto, un coche capaz de transformarse y convertirse en lo que queramos.
Intentando un símil con el M5 sólo nos permitiríamos hacer algún comentario técnico. Éste si que lleva 5 litros reales (4999 cc), 507 caballos de potencia y 10 cilindros en V. Nada que ver entre uno y otro, salvo carrocería. Nosotros probamos el 550i con caja manual de seis velocidades, sentimos el enorme par motor de 490 Nm a 3400 rpm, y comprobamos las proezas que es capaz de hacer. Acelerar sus casi 1800 kilos hasta los 100 km/h en tan sólo 5.5 segundos no lo hace cualquier coche (le supera el CLS 500 de Mercedes, que pese a tener 100 kg mas de peso, consigue hacerlo en 5,4 segundos gracias a sus 388 cv).
Además, este V8 equipado con Valvetronic (alternativa de inyección directa a la admisión de aire de la válvula de mariposa) ofrece una tracción extraordinaria a todos los regímenes, y entre 1.500 y 6.400 rpm entrega nada menos que el 80 por ciento del par motor. Sencillamente esto quiere decir que le pisemos como le pisemos el coche entrega toda su fuerza en un suspiro, aunque sea en sexta velocidad a 1.500 revoluciones.
La velocidad (aunque podemos arañar algún que otro kilómetro por hora) viene como es habitual, limitada electrónicamente a 250 de máxima (en el M5 por ejemplo el corte lo hace en 270). El consumo supera ampliamente los 11 litros –en mixto- cada 100 km/h y entre 16 y 20 en circuito urbano. Se puede ajustar el valor de promedio en 11 litros si la conducción es muy pausada, aunque realmente, no tiene sentido escatimar a la hora de darle gas a este propulsor. Para los que busquen toda la comodidad sin renuncias, lo mejor es que adquieran la caja Steptronic automática también de seis velocidades o, si pueden, la SMG, exclusiva y especialmente pensada para este modelo de la serie 5.
Pero lo mejor del 550i es sin duda el equipamiento electrónico de la conducción y la seguridad activa del coche, que trabajan desmesuradamente si lo sometemos a una conducción exigente en condiciones desfavorables. El control dinámico de estabilidad (DSP) así como el control dinámico de tracción (DTC) se encuentran en alerta permanente ante cualquier exceso de confianza. Aunque podamos llevar esta joya al límite, está claro que un motor así necesita contenerse de alguna manera para ser seguro. Porque el concepto es sin duda el de olvidarse de todo al volante.
Prueba de ello es que se consigue el control absoluto con todo tipo de detalles. Por ejemplo con el Head-Up Display, una opción de la serie 5 berlina que proyecta la información de la conducción directamente en el campo de visión del conductor, esto es, una proyección de luz en el parabrisas que permite leer la información de a bordo sin quitar la vista de la carretera (en la imagen, abajo). La información así se lee con más rapidez y el conductor no tiene que apartar la vista de la carretera. Está disponible por unos 1700 euros y aún le faltan un par de ajustes, tanto en altura de la proyección en el cristal (algo baja y sin regulación) como en el enfoque y nitidez de la proyección.
Otra cosa es la seguridad en caso de choque. Por ejemplo, los reposacabezas activos (extra opcional) reducen riesgos al servir de apoyo exactamente en el momento en el que es más necesario. En los 20 milisegundos posteriores a la detección de un impacto, se desplazan hacia adelante para reducir el repentino movimiento de la cabeza, ayudando con suavidad a evitar lesiones en el cuello.
Al volante, se agradecen otros detalles como el Control de Crucero Activo (el ya conocido radar de BMW que vigila constantemente la carretera). Cuando un vehículo entra en el campo del sensor, el ACC calcula su velocidad con relación al Serie 5 Berlina y reduce la de éste, si es necesario, para mantener la distancia fijada previamente. Cuando el carril queda libre de nuevo, se vuelve a la velocidad deseada.
Competidores directos hay pocos, pero los hay. Un Lexus LS ofrece algo mas de potencia -381 cv- aunque por mucho más precio (la gama empieza casi en los 90.000 euros). Mercedes-Benz tiene el CLS 500, que alcanza 383 cv aunque con un motor superior a 5 litros. Éste Bmw 550i se puede plantear como la mejor opción si se cuenta con un presupuesto a partir de los 73.000 euros (si queremos caja de cambios manual) o a partir de 76.000 si lo que queremos es un preciso y brillante automático.