En su concepción se han utilizado materiales aún más premium que los que se usan hasta el momento y, por tanto, su precio se disparará hasta cotas insospechadas. Si finalmente se decide su producción, en Bentley aseguran que cada coche fabricado será una pieza de colección única y exclusiva en el mundo. Que el lujo no entiende de crisis es más que evidente; sólo hay que ver que las empresas que se codean con los más pudientes no han hecho sino facturar más a pesar de que la clase media ha sufrido por mantenerse. El caso de Bentley, uno de los tantos fabricantes cuya facturación anual ha marcado récord tras récord, es significativo ya que sus ventas se han disparado en buena parte por la renovación paulatina de su gama. Y más allá del presente, el futuro pinta muy bien, ofreciendo modelos más ‘populares’ y otros todavía más exclusivo, como bien puede ser el Grand Convertible, del que todavía no hay confirmación oficial que se vaya a producir en serie. “Este prototipo demuestra la capacidad de Bentley para seguir explorando nuevas formas de combinar lujo y prestaciones y crear un Gran Turismo descapotable de primera categoría, dotado de una elegancia incomparable y en el que se combinan las sensaciones al volante del lujoso Mulsanne y el placer de la conducción descapotable”, matiza Wolfgang Dürheimer, presidente y director ejecutivo de Bentley.
Con una pintura Sequin Blue, un color originario creado a través del encargo de una clienta que le gustaba tanto el tono de los botones de uno de sus vestidos que encargó expresamente al departamento de personalización de Bentley que crearan uno idéntico para su coche, el contraste creado con los detalles metálicos es sencillamente magistral, como bien lo demuestran las grandes llantas en aluminio y cuyo pulido ha sido hecho a mano. Éstas, además, no son intercambiables entre el lado derecho e izquierdo del vehículo por lo que son específicas. Todo esto en el exterior pero, ¿qué ocurre en el interior? El habitáculo del Gran Convertible es acogedor y se utilizan hasta 14 pieles curtidas por métodos naturales que se mezclan en un alcochado con motivos en forma de rombo cuyo patrón varía en función de si se emplea en las puertas o en los respaldos de los asientos, a lo que se suma el enchapado Burr Walnut de tono oscuro y acabado simétrico de elaboración artesanal.
Joya de la corona
El motor empleado es un gasolina V8 de 6 ¾ litros con doble turbocompresor, procedente del Mulsanne. Desarrolla 537 caballos y un par máximo de 1.100 Newton/metro.