Este cuatro plazas descapotable perteneciente a la máxima categoría de lujo se estrena a nivel mundial en el Salón del Automóvil de Detroit (del 14 al 27 de enero de 2013). La base del nuevo tope de gama es el modelo de doce cilindros del Continental GTC. La potencia del gasolina biturbo de 6,0 litros se ha visto incrementada en 50 CV hasta alcanzar la cifra de 625 CV de potencia, mientras que el par máximo aumenta también en 100 Nm hasta los 800 newtons/metro. La transmisión de la potencia a las cuatro ruedas se lleva a cabo a través de una caja automática de ocho velocidades, mientras que el modelo estándar aún tiene que conformarse con seis relaciones de transmisión. Equipado de esta forma, el GT Speed Convertible alcanza los 100 km/h en 4,4 segundos y su velocidad máxima es de 325 km/h.
En comparación con el modelo básico W12 –que no es precisamente lento que digamos–, esto significa una ligera mejora. Su tiempo de aceleración dura 0,4 segundos más y su velocidad máxima es de 314 km/h. Incluso en el apartado del consumo el nuevo tope de gama lleva la voz cantante, sobre todo gracias al nuevo cambio automático y a una carrocería rebajada. A pesar de ofrecer mejores prestaciones el consumo homologado es de 14,9 litros, es decir, 1,6 litros menos que el modelo básico.
Un círculo selecto
Al igual que la variante coupé en términos estéticos el Speed Convertible se reconoce entre otras cosas por el cromado oscurecido en parrilla y faldones, así como por sus llantas especiales de 21 pulgadas. En su interior encontramos inserciones de aluminio oscurecido al más puro estilo de los coches de carreras de la casa fabricados en los años 20.
Los precios aún son un secreto. Sin embargo, es posible que se sitúen unos 20.000 euros por encima del precio del modelo de doce cilindros normal, que arranca en los 201.173 euros. Entre el selecto círculo de sus competidores se encuentran, entre otros, el Mercedes-Benz SL 65 AMG (a partir de 236.334 euros) y el Rolls-Royce Phantom Drophead Coupé (a partir de 453.985 euros).